Antonio Cañas, responsable del Servicio de Administración y Control Financiero: “Nuestro trabajo debe aportar una maximización de la productividad bajo el prisma de los principios y valores de CEU”

SEVILLA (2023.02.23) La gestión integral del área financiera de la Fundación San Pablo Andalucía CEU -coordinando los datos de sus centros académicos y buscando las herramientas más adecuadas para un control de la actividad económica de la misma- es uno de los ejes principales del trabajo que se realiza desde el Servicio de Administración y Control Financiero, del Área de Gerencia.

Su responsable, Antonio Cañas, explica que “tratamos de ser un apoyo y un instrumento de asesoramiento continuo en todo lo que tenga que ver con cuestiones económicas para cada uno de los centros y áreas de la Fundación, así como para las personas que los conforman”.

Ahondando en sus funciones, destaca que “damos seguimiento a las decisiones estratégicas tomadas cada año desde un punto de vista económico, que son aprobadas en Patronato, y que de cara al estudio de costes puedan suponer ahorros y/o incrementos que afecten a la viabilidad de cada decisión tomada. Este estudio debe aportar una maximización de la productividad de la entidad siempre bajo el prisma de los principios y valores marcados por la Fundación San Pablo Andalucía”.

Para ello, la vigilancia de los fondos en cada momento del curso académico es vital, “con el fin de no comprometer la tesorería de la Fundación y por tanto los pagos acordados a los diferentes agentes vinculados a la misma -empleados, proveedores, administración, etc.-, por lo que podría decirse que es otro de los pilares del trabajo realizado diariamente desde el área”, apunta.

De cara al Patronato, es importante la supervisión de las cuentas anuales de la Fundación, que deben representar la imagen fiel del patrimonio, “lo cual conseguimos llevando un control exhaustivo de los estados financieros y haciendo un análisis de los mismos, lo que nos permitirá evitar caer en errores cometidos en cursos anteriores, además de aportar una valiosa información de cara a la toma de decisiones futura”, señala Antonio Cañas.

Crecimiento exponencial

Antonio Cañas se incorporó a CEU Andalucía hace algo más de tres años y, desde entonces hasta ahora, la entidad ha experimentado un gran crecimiento exponencial, “lo que nos hace ser cada vez más exigentes con nosotros mismos y con nuestro trabajo, adaptarnos a las nuevas tecnologías y a los nuevos tiempos que corren también es un deber que nos autoimponemos para ser más competitivos con el servicio que prestamos a todos los que nos rodean”, reconoce.

Para ello, es fundamental la proactividad, mantener una comunicación fluida con el resto de áreas y centros para cumplir el objetivo final: ofrecer la mejor asistencia a todos los alumnos que eligen CEU para formarse.

“La automatización de la información contable, la eficiencia en el control presupuestario, la accesibilidad a la información económica de los alumnos son retos de mejora que nos planteamos cada inicio de curso sin dejar de lado, que nos encontramos rodeados de personas, por lo que ofrecer el mejor trato y atención hacia ellas es siempre prioritario”, insiste.

De cara al futuro, los más de 400 empleados que conforman el equipo de CEU en Andalucía se encuentran trabajando de forma conjunta en el lanzamiento de la que será la cuarta universidad de CEU en España, la Universidad CEU Fernando III, “un proyecto de gran calado no sólo para el ámbito de la educación universitaria, sino para la sociedad en general. Por tanto, desde el área financiera estamos dedicando gran parte de nuestro tiempo y esfuerzo diario a esta iniciativa.  La UF3es un proyecto exigente que, si bien está generando un importante volumen de trabajo, lo estamos afrontando con la mayor ilusión, conscientes de lo mucho y bueno que el mismo va a aportar a la sociedad. Por tanto, dado que es una idea a muy largo plazo con un presupuesto importante, debe estar dotada de la máxima consistencia y rigor desde el punto de vista financiero. Un gran proyecto no lo es si no viene avalado por un estudio pormenorizado de su viabilidad, así como de una planificación que asegure el buen uso de los recursos que se están asignando para conseguir un gran éxito”, asevera.

No cabe duda de que las empresas cada vez destinan más recursos a tener un mayor control sobre sus finanzas y dirigen sus esfuerzos hacia el objetivo de llevar un registro de todo lo que una decisión estratégica pueda generar desde el punto de vista económico. “En una entidad sin ánimo de lucro como la nuestra, para el área de Administración y Control Financiero, conscientes de lo limitado de los recursos, la vigilancia cobra aún más importancia, ya que nos permitirá garantizar el máximo control sobre la situación financiera de la Fundación”, puntualiza.

Para concluir, recuerda que “a pesar de siempre buscar la maximización de los objetivos y la obtención de unos resultados lo más eficientes posibles, no olvidamos la inmensa variedad de casos especiales que hay en la sociedad y que afectan a los alumnos que eligen CEU para formarse. Por ello, valoramos y ayudamos a aquellos que por circunstancias encuentran piedras en el camino en su etapa formativa, tratando de tender la mano para que, al menos la situación económica, no suponga una traba para terminar sus estudios”.