El Vicario General de la Archidiócesis de Sevilla, P. Teodoro León Muñoz, presidió la Santa Misa, que estuvo acompañada por las voces del Coro Universitario CEU
SEVILLA (2023.02.10) El Hospital de la Caridad acogió la tercera y última sesión de la XVI edición de las Jornadas Católicos y Vida Pública de Sevilla. Bajo el título ‘Dios es amor’, Miguel Mañara, su vida y obra fueron los protagonistas de la misma, con la intervención posterior -en mesa redonda- de los residentes y hermanos de la Casa Hogar y la Hermandad de la Santa Caridad.
Esta última jornada permitió a los asistentes profundizar en la personalidad del Venerable Miguel Mañara, especialmente, en su enorme dimensión caritativa. Felipe García de Pesquera Gago, profesor del Centro de Estudios Universitarios Cardenal CEU y hermano de la Santa Caridad, disertó sobre su figura, vida y obras en una interesante conferencia bajo el título ‘La caridad del Venerable Miguel Mañara’. El alumni del grado en Derecho Enrique Belloso España, miembro de la Comisión Organizadora de las Jornadas, presentó al ponente.
En su intervención, García de Pesquera Gago subrayó que “tenemos que situarnos en aquella Sevilla de la decadencia. Miguel Mañara venía de una familia adinerada y la muerte tiene un papel muy relevante en su vida”. Asimismo, apuntó que “intentó ingresar en diversas órdenes religiosas, pero fue una jornada en la ribera del Guadalquivir lo que cambió su vida cuando presenció el entierro de un desconocido por parte de la Hermandad de la Santa Caridad que se encargaba de dar sepultura a los muertos sin posibilidades. A pesar de las reticencias iniciales por su condición, consigue ingresar en la corporación y su implicación fue tal que en poco tiempo se convirtió en hermano mayor hasta su muerte”. Su testimonio -indicó- “es de plena actualidad en nuestros días. Creemos en un modelo de laico comprometido, padre de los pobres (…). Sus principios básicos eran humildad, fe y caridad, dedicación completa a la entrega a los necesitados”. Por eso, añadió, “su ejemplo nos enseña la actuación de una Iglesia a favor de todos, que parte de la dignidad de la persona. Fue, sin duda, precursor del pensamiento social de la Iglesia”.
García de Pesquera Gago finalizó su parlamento pidiendo la pronta canonización del Venerable y añadió que “cuando muere Mañara, el llamado apóstol de los pobres, se celebran miles de misas en su memoria y, en su testamento, deja escrito su epitafio Aquí yacen los huesos y cenizas del peor hombre que habitó el mundo”.
Seguidamente, la jornada compartió testimonios vivos de la inmensa obra que desarrolla la Hermandad de la Caridad. Presentada por María Cabezas -miembro de la Comisión Organizadora de las Jornadas- y moderada por el periodista de Diario de Sevilla, Francisco Correal, esta última mesa redonda ‘Testimonios de Caridad hoy en Sevilla’ contó con la participación de José Ignacio del Rey Tirado -hermano- y José Manuel Flores Liñán– residente en la Casa Hogar-, quienes compartieron su experiencia.
Flores Liñán comenzó su exposición con su primer contacto con la Hermandad, “llegué por un amigo que vivía aquí, sufrió una enfermedad y, visitándolo a diario, pude ver el cariño, la caridad y el amor con el que se trataba a los residentes”. Asimismo, el residente compartió que “el día que me llamaron para darme la noticia de que entraba en la casa me di cuenta de lo indigno que estaba siendo y sigo siendo, cada día estoy más contento de estar aquí e intento ser todo lo útil que puedo. En la casa intento ser un hermano y ayudar a todos, aquí se ven milagros todos los días, la fe y la esperanza son una realidad en nuestra vida”.
Por su parte, José Ignacio del Rey indicó que “los hermanos tenemos muy claro que nuestra misión es cuidar nuestros tesoros, las personas que viven en la Casa Hogar y les damos calor humano, soporte material y espiritual, un hogar para quien no lo tiene, los acompañamos al médico, charlamos con ellos, vivimos con ellos”. Del mismo modo, señaló que “tras la muerte de Don Miguel, la ciudad estaba conmocionada porque se había ido un santo que vivía entre ellos, solo queda que lo reconozca la Iglesia con muchos avatares que lo han ralentizado”. Finalmente, sentenció “lo importante no es ser hermano de la Santa Caridad sino ejercerla”.
Por último, y para clausurar la XVI Jornadas Católicos y Vida Pública, se celebró la Santa Misa en la capilla de San Jorge presidida por el vicario general de la Archidiócesis de Sevilla, P. Teodoro León Muñoz, quien en su homilía subrayó que “por naturaleza, los seres humanos tendemos a ser egoístas y soberbios; esto es lo contrario al amor y al amor a los demás, nos aleja de la caridad, pues la soberbia nos deja el corazón vacío, y el egoísmo nos vuelve el corazón de piedra. Y, al final, todos seremos juzgados por el amor”. La Eucaristía contó con el acompañamiento musical del Coro universitario CEU, dirigido por la doctora en música, profesora universitaria y responsable de proyectos musicales de CEU Andalucía, Virginia Borrero.
Tras la Eucaristía, se rezó la oración a Fernando III, “hilo conductor de esta décimo sexta edición” -recordó Carlos Seco, secretario del centro de Sevilla de la ACdP. Las Jornadas Católicos y Vida Pública han permitido acercar la figura, valores y legado del rey santo, compartiendo testimonios desde la fe, la esperanza y la caridad. “Un rey al que le guiaba su fe, que se distinguió como gobernante y que impulsó las ciencias, las letras, las artes y las universidades”, añadió. Por eso, el objetivo de las jornadas es siempre crear espacios de encuentro, diálogo y reflexión.
