El especialista en tecnologías digitales aplicadas a las competencias del educador alerta de usar los dispositivos para cambiar la actitud de los menores en determinados momentos, así como el riesgo de compartir sus fotos a través de las redes sociales
SEVILLA (2021.09.28) Las nuevas tecnologías irrumpieron hace tiempo en las aulas de los colegios para quedarse. Es una realidad que no se puede ignorar, pero que requiere docentes capacitados para dar respuesta a los retos que se presentan en el día a día, que sepan instruir a los niños y adolescentes en su buen uso y en los riesgos que entrañan.
Francisco Pérez, profesor del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola y especialista en tecnologías digitales aplicadas a las competencias del educador, señala que “en sí mismo, el uso de las TIC no beneficia ni perjudica en edades tempranas o más mayores. Podría decirse que los riesgos y las oportunidades dependen más de la actitud y de las actuaciones de sus padres y los maestros. El foco no hay que ponerlo en la tecnología, sino en cómo la integramos en nuestro día a día, ya sea en casa o en el colegio”.
Y es que, como apunta el docente, es fundamental la actitud de los padres y la utilización que facilitan a sus hijos en determinados momentos para que estos aprendan a hacerlo de forma responsable o, por el contrario, abusen en cuestión de tiempo o accedan a contenidos poco apropiados. En este sentido, insiste en que “los progenitores, por lo general, muestran una actitud ambivalente hacia las TIC: por una parte, suele permitir que sus hijos desde edades muy tempranas utilicen sus móviles o las tablet para ver dibujos animados o sus series de dibujos favoritas. Está también muy extendido el uso de esos dispositivos para modificar la conducta de los pequeños, ya sea como “niñera digital” para que los pequeños se distraigan y “no den la lata” o para que coman”.
Mención aparte merece el hecho de compartir fotos de menores en redes sociales, “lo que se llama “sharenting”. A veces, los padres desconocen o minusvaloran los peligros que esta práctica conlleva, no olvidemos que una foto de un cumpleaños o jugando en la playa se puede manipular, por ejemplo, para publicidad u otros fines no lícitos. Además, aunque sean muy pequeños, se deberían respetar los derechos digitales del niño, tal como la ONU recientemente ha aprobado. Los padres y educadores debemos estar comprometidos en la protección de los datos de los menores, y esto incluye su imagen en fotografías y vídeos”.
Minimizar riesgos
Cuando los niños van cumpliendo años y empiezan a interactuar por su cuenta a través de Internet, el profesor indica que “los padres tienen miedo a lo que les puede suceder, los contenidos no apropiados a los que tienen acceso o las personas desconocidas con las que pueden entablar una relación. Según la investigación sobre este campo, las medidas restrictivas sirven de poco por sí solas, pues restringir el uso también es restringir oportunidades. La máxima debe ser: minimizar riesgos y maximizar oportunidades”.
Y, para ello, resulta imprescindible la formación y el desarrollo de la competencia digital de los padres. “Hay un gran interés entre las familias en encontrar contenidos de buena calidad, portales de referencia que les guíen… Aquí la escuela debería ser un referente para encontrar esa ayuda que los padres demandan, desarrollando guía con orientaciones claras y de calidad, organizando charlas de información” -como así hace el Colegio CEU San Pablo Sevilla con el Aula de Familia-.
Reconoce, asimismo, que “es un tema que preocupa mucho a las autoridades europeas y españolas, buena prueba de ello es que existen proyectos que publican contenidos de calidad en portales web que ofrecen útiles consejos y orientaciones sobre este tema a los padres para ayudarles a tomar las decisiones más correctas. Los gobiernos y la industria también tienen un importante papel que desempeñar, ya sea legislando y protegiendo el derecho digital de los niños, ya sea vigilando estrictamente el acceso a sitios y contenidos no apropiados para menores o creando buenos portales con contenidos infantiles que favorezcan su desarrollo y bienestar”.
Para concluir, se refiere al importante papel que juegan los profesores en este asunto, “al igual que los padres, deben desarrollar sus competencias digitales -el curso online de Capacitación Digital Docente Intermedio (B2) del Instituto de Posgrado CEU Andalucía da respuesta a esta demanda, ofreciendo la posibilidad al profesional de adquirir competencias TIC aplicadas a la docencia-. No solo se trata de conocer el manejo instrumental de las TIC, si no cómo adaptarlos según las edades o áreas de conocimiento, tener criterios didácticos para su selección, explorar nuevas posibilidades y prácticas innovadoras en el inmenso baúl que es Internet, estar al día de los avances de la investigación más reciente…”