SEVILLA (2021.04.30) El personal -docente y no docente- de CEU Andalucía se identifica como gente CEU, profesionales que hacen posible materializar un proyecto formativo basado en la excelencia en cada uno de sus centros, ayudando a sus alumnos a alcanzar la mejor versión de sí mismos, tanto en el ámbito personal como en el académico, brindándoles una atención personalizada.
Por ello, desde la institución se reconoce la labor que desempeñan, situando en el centro a la persona y agradeciendo el trabajo que realizan en su día a día.
Es el caso de Inmaculada Mena-Bernal, gestora del Área de Filología del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU, que ha recibido la insignia con la que se conmemoran los ocho años que lleva en la Fundación San Pablo Andalucía CEU. “Para mí supone el reconocimiento al trabajo realizado en un centro que me ha hecho crecer y desarrollar mis aptitudes y posibilidades profesionales. Además, es un verdadero orgullo poder trabajar junto a un equipo humano de esta valía, donde la persona es lo más importante”, recalca.
En el año en el que la Fundación San Pablo Andalucía cumple 25 años, la docente traslada su mensaje de felicitación y pone en valor que, a pesar de las circunstancias, “no ha detenido sus proyectos de desarrollo y mejora del Campus y sus instalaciones y ha seguido con sus planes. Esto, en los tiempos que corren, define el espíritu de trabajo y el deseo de crecer que nos define”
Consolidación de la oferta formativa
Recuerda que cuando comenzó a trabajar para la Fundación San Pablo Andalucía CEU, dentro de Cardenal Spínola CEU -adscrito a la Universidad de Sevilla-, “se iniciaba la implantación de las titulaciones de Educación Primaria y Educación Infantil como Grados universitarios, en el marco del Plan Bolonia. He tenido la fortuna de vivir en primera persona su comienzo, desarrollo y evolución, desde la visión general de las titulaciones hasta el trabajo particular en cada una de las asignaturas, así como de experimentar cómo se ha logrado de forma exitosa. Además, en el transcurso de estos años, he visto nacer y consolidarse los Grados en Derecho y en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, a los que se une el MAES (Máster Universitario en Profesorado en Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas) -del que soy profesora-, así como la ampliación del Campus”.
Asimismo, en todo este tiempo en el que la oferta formativa de Cardenal Spínola CEU iba aumentando y se consolidaba, ha sido testigo del desarrollo del resto de los centros académicos de la Fundación San Pablo Andalucía CEU: el Colegio CEU San Pablo Sevilla, el Centro de Estudios Profesionales, el Instituto de Posgrado CEU Andalucía y la Vniversitas Senioribus.
Respecto a las funciones que ha desempeñado en este tiempo, explica que además de ser gestora del Área de Filología, “formo a futuros maestros en los Grados en Educación Infantil y Educación Primaria, impartiendo las asignaturas de Lengua española, Desarrollo de las habilidades lingüísticas y su didáctica y Literatura española. También imparto talleres dentro de las asignaturas de prácticas. Además, desde que comenzamos a ofrecer el MAES -hace ya tres cursos-, soy profesora en las asignaturas de la especialidad de Lengua Española y Literatura. Por otro lado, al margen de la docencia, formo parte de la Comisión de Garantía de Calidad del Título de Educación Infantil y del grupo de Embajadores digitales del centro».
La docencia en tiempos de pandemia
Sobre las circunstancias actuales en las que se está desarrollando la docencia, Inmaculada Mena-Bernal reconoce que “la pandemia ha condicionado nuestras acciones desde marzo del curso pasado y, en mi caso, la labor docente que desempeño. Este condicionamiento, que un principio puede parecer únicamente limitante, en algunos aspectos ha resultado ser una oportunidad de crecimiento profesional y de desarrollo de aptitudes, metodologías y procesos”. En este sentido, insiste que desde la Fundación San Pablo Andalucía en general, y desde Cardenal Spínola CEU en particular, se ha afrontado la situación con una actitud proactiva, centrando nuestra actividad en la intención de evitar que se produzcan carencias en los aspectos académicos y personales de todos nuestros alumnos”.
Concebir esta etapa como una época de crecimiento es posible cuando -entre otras cosas- el profesional se identifica con la institución en la que trabaja, como es el caso de esta docente. “Sin duda, desde el ideario del humanismo cristiano, el sello de identidad de la FSPA es la atención a la persona, a la que sitúa en el centro de todas sus acciones. Desde cualquier ámbito formativo de la Fundación se atienden las necesidades académicas y personales, siendo el principal reto el de acompañar a cada alumno y potenciar sus capacidades individuales y grupales”, concluye.
