Pablo Moreno Prieto, profesor del CEP CEU Andalucía: “La digitalización debe ahorrar costes, aumentar la productividad y permitir la conciliación”

SEVILLA (2020.07.06). La pandemia del COVID-19 no solo ha tenido unas devastadoras consecuencias a nivel sanitario, sino que a nivel económico ha supuesto una hecatombe cuyos primeros indicios empezamos a detectar a las pocas semanas de empezar el confinamiento.  

Ahora, con la vuelta a la “nueva normalidad”, muchos expertos vaticinan un escenario preocupante, en el que cada agente social y empresarial tendrá que reubicarse y situarse en un nuevo punto de partida, diferente al anterior a la crisis provocada por el virus. Entre los cambios que apuntan, destacan aquellos que inciden en la operatividad y estructura de las empresas que, indudablemente, tendrán que adaptarse a las nuevas circunstancias. 

Así lo explica Pablo Moreno Prieto -coordinador del Ciclo de Administración y Finanzas del Centro de Estudios Profesionales CEU Andalucía, profesor de Gestión de la Documentación Jurídica y Empresarial, Gestión Logística y Comercial y de Proyecto y responsable de la Formación en Centros de Trabajo de la titulación-, “en nuestra cultura empresarial tenemos muy arraigado el “presencialismo”, el estar presentes y visibles porque si no, se piensa que no se trabaja lo suficiente. La digitalización debe ahorrar costes, aumentar la productividad y permitir la conciliación. Si falta una pata de esas tres, esa digitalización no es verdadera ni completa”. 

“Desde el punto de vista empresarial, el principal cambio -más allá de las cautelas higiénico-sanitarias propias de la situación- es el esmero por discernir lo importante de lo urgente, así como la revisión que debe hacerse de la productividad más allá de la cantidad de tiempo trabajado. No en vano, España es de los países de la UE donde más horas se trabaja a la semana, pero con menos productividad”. 

El teletrabajo, primera medida  

Una de las primeras medidas que se implantó en la mayoría de empresas ante la pandemia fue el teletrabajo. Poder realizar las funciones de cada puesto desde casa dejó de ser una opción, para convertirse en la única forma de continuar al pie del cañón. Pasadas las semanas y habiéndose extendido en el tiempo más de lo que se previó en un principio, han surgido debates en torno a cómo hacer posible una conciliación real de los trabajadores en esta situación.  

Sobre esta cuestión, el docente del CEP cree que “es la empresa la que tiene que suplir la falta de acción por parte de las autoridades en este campo y establecer medidas de verdadera conciliación. En estos meses, los que hemos tenido la suerte de poder seguir trabajando, no sabíamos si trabajábamos en casa o teníamos la casa en el trabajo. No obstante, se han normalizado las interrupciones del trabajo para atender asuntos familiares. En mi caso, como familia numerosa, he teletrabajado desde el cuarto de mi hijo pequeño y no era raro que entrara a coger un libro en plena reunión o clase”. 

El teletrabajo es una de las aristas de la digitalización de los procesos laborales –y de otra índole- en la que nos encontramos inmersos. Aportando una visión más amplia de esta realidad, Pablo Moreno indica que “por sacar alguna lectura positiva, esta pandemia nos ha permitido comprender que la digitalización tiene que ver más con la concienciación de los recursos humanos de las empresas y con su formación”.  

Por último, en referencia  a la enseñanza que han podido extraer los alumnos de toda esta situación, el profesor señala que “hemos tenido una masterclass en resiliencia y en la capacidad de adaptación a los entornos cambiantes. En el Centro de Estudios Profesionales CEU Andalucía insistimos en clase, más allá de dotarlos de conocimientos técnicos propios de su ciclo, en esas “habilidades transversales” que todo trabajador debe tener. En este periodo han tenido la oportunidad de ejercitar el trabajo en equipo, la capacidad de adaptación, la flexibilización dentro de unos estándares…  Además, han podido poner en practicar valores como la solidaridad, la empatía y la esperanza fundamentada en el esfuerzo personal”