SEVILLA (2020.06.29) Jesús Fernández Acevedo, experto en Compliance Digital, Protección de Datos, Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico, Propiedad Intelectual y Propiedad Industrial, estuvo presente en el último Encuentro Digital organizado por la Fundación San Pablo Andalucía CEU -que tuvo lugar antes del confinamiento-.  

En él, varios profesionales hablaron sobre las redes sociales, la utilización que hacen los adolescentes, las posibilidades que ofrecen a nivel laboral y los riesgos que entrañan, haciendo hincapié en la importancia de tomar precauciones para evitar problemas, tanto a nivel personal como profesional. 

Comenzó exponiendo su preocupación por el hecho de que “las redes sociales configuren un potente medio de comunicación sin que esté sujeto a buenas prácticas de una profesión, sino que cualquiera puede publicar”. 

En este sentido, insistió en que el concepto de analfabetización se ha extendido al mundo digital, “a día de hoy hablamos de analfabetos digitales porque no sabemos manejar esas herramientas, de ahí la difusión que se da a los bulos. No sabemos dilucidar qué noticias son verdaderas y cuáles son falsas” 

Respecto a la importancia de respetar la privacidad de los demás, indicó que “en Europa existe una amplia normativa y una gran concienciación sobre este tema, especialmente entre los más jóvenes. Muchas veces los mayores, por desconocimiento, cometen más errores”. 

En referencia a las diferencias entre los públicos que usan cada red social, comentó que “varía mucho en función de la edad de quien la emplea”. Según explicó, es un criterio a tener en cuenta a la hora de analizar quién está presente en Facebook, Twitter o Instagram”. 

Cuando se le preguntó sobre qué futuro le espera a cada una de ellas, Jesús Fernández piensa que “Twitter será la que posiblemente se mantenga y Facebook estará pivotando sobre sus modelos de negocio. Lo que, sin duda, permanecerá es la mensajería instantánea, tipo WhatsApp, que variará según el país”. Sobre estas previsiones, afirmó que “el ser humano es social por naturaleza, por lo que –como la energía-, ni se crea, ni se destruye, todo se transforma” 

Aludió, asimismo, a la necesidad de relacionarnos virtualmente con los demás con “educación digital, aquella que te impide molestar a alguien un domingo por la tarde o a las cuatro de la mañana por un tema profesional, o en no incluir a una persona en un grupo de WhatsApp sin su autorización previa”. 

Por último, insistió en que “es importante establecer unas normas, que exista un control parental patente para hacer un buen uso de las nuevas tecnologías. Las normas no escritas son todas las relativas al sentido común, pensar antes de publicar y trabajar la templanza”.