La Fundación San Pablo Andalucía CEU acogió la conferencia ‘Era Virtual, ¿Hablamos? Dos sexos, dos lenguajes’, impartida por Natalia Barcáiztegui
SEVILLA (2020.02.04). El salón de actos de la Fundación San Pablo Andalucía CEU acogió la conferencia ‘Era Virtual, ¿Hablamos? Dos sexos, dos lenguajes’, impartida por Natalia Barcáiztegui, Máster en Matrimonio y Familia por la Universidad de Navarra y coach de desarrollo personal. Cerca de trescientas personas acudieron al acto.
La conferencia se enmarca en la V Semana de la Familia, organizada por la Delegación de Familia y Vida de la Archidiócesis de Sevilla –en colaboración con los Centros de Orientación Familiar Diocesanos (COF). El acto estuvo presidido por Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, que acompañó en la mesa a la ponente, junto a los directores del COF del Aljarafe, Isabel Pérez y Francisco Rebollo.
El arzobispo alertó en la presentación de las amenazas que hoy en día sufre la familia, frente a las que la Iglesia diocesana “debe anunciar, con renovado vigor, el matrimonio como signo visible del amor de Cristo a su esposa, la Iglesia”. Destacó, además, que “en nuestras parroquias hay muchas familias que participan en la misión apostólica que se les ha encomendado”, haciendo así un llamamiento a la esperanza.
Natalia Barcáiztegui inició su intervención haciendo referencia a que “hombres y mujeres somos distintos y es, gracias a esas diferencias, cómo realmente se alcanza la equidad”. Añadió, asimismo, que “esa disparidad no se traduce en superioridad o inferioridad de unos respecto a otros, pero es necesario reconocerla para poder vivir en paz con la persona que tenemos al lado”.
Centrándose en los conflictos que pueden darse en las parejas, Barcáiztegui señaló que “es fundamental conocer las diferencias que, por razón de sexo, se dan entre hombres y mujeres para poder superar los malentendidos y ser capaces de hacernos felices unos a otros”. Animó a los presentes a “desarrollar una sensibilidad especial que nos permita averiguar cómo contribuir al bienestar de quien elegimos como compañero de vida”.
Cuando abordó los problemas de comunicación que afectan a muchas parejas, hizo mención especial a los provocados por las redes sociales, “que pueden dar lugar a relaciones superficiales, controladoras o dependientes, infidelidad, sobreestimulación sexual, conversaciones públicas o rupturas eternas”.
Por otro lado, explicó que “cada sexo tiene las cualidades necesarias para desempeñar de la mejor manera la condición biológica que le corresponde. Por supuesto, hablamos de generalidades y hay excepciones, pero lo cierto es que existen rasgos característicos del sexo masculino, por un lado, y del sexo femenino, por otro”. Insistió en que “hombres y mujeres queremos, somos, sentimos y pensamos de forma diferente. Tenemos habilidades y comportamientos que no son excluyentes y obviamente cada persona está marcada no solo por su sexo, sino también por sus circunstancias y experiencias”.