Décimo tercer día de Cuaresma

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Autor: Luis Romero Ruiz

La sabiduría de acusarme a mí mismo… Acusarse a sí mismo es el primer paso. Voy por la calle, paso delante de la cárcel: ‘Eh,estos se lo merecen’, ‘Pero ¿sabes que si no fuera por la gracia de Dios tú estarías allí? ¿Has pensado que tú eres capaz de hacer las cosas que ellos han hecho, y aún peores todavía?’ Esto es acusarse a sí mismo, no enconderse a sí mismo las raíces del pecado que están en nosotros, las muchas cosas que somos capaces de hacer, también si no se ven. Que el Señor, en esta Cuaresma, no dé la gracia de aprender a acursarnos: Ten piedad de mí, Señor, ayúdame a avergonzarme y darme misericordia, así yo podré ser misericordioso con los otros (S.M. 2-3-2015)

Papa Francisco

(El Evangelio de 2017 con el Papa Francisco, José A. Martínez Puche, ed. EDIBESA)