El trabajo de jóvenes de la Asociación SYC Centro en CEU Andalucía, un ejemplo de integración social y empresarial

Gracias a un acuerdo de colaboración, participan en un proyecto de simulación de vida laboral, tutorizados por personal de la institución

SEVILLA (2023.05.05) CEU Andalucía mantiene un acuerdo de colaboración con la Asociación SYC Centro (Socialización y Conocimiento), por el cual varios jóvenes de la misma llevan dos años participando en un proyecto de simulación de vida laboral en diferentes áreas y servicios de la institución.

SYC Centro (Socialización y Conocimiento) es una asociación de padres con hijos con capacidades funcionales diferentes, principalmente intelectuales. Nace en septiembre de 2015 en Sevilla, con el objetivo de dar una respuesta adaptada a las necesidades de cada uno de sus hijos tras finalizar la escolaridad obligatoria y no poder continuar su proceso de desarrollo personal dentro del sistema educativo reglado.

Como explica su presidenta, Beatriz Mariano, “este proyecto de colaboración fomenta la integración social y laboral de personas con discapacidad intelectual, ya que nuestros jóvenes están desarrollando diferentes funciones adaptadas a sus capacidades personales. Esto está suponiendo para ellos una oportunidad única, que les permite desarrollarse en un contexto laboral real. En todo momento están acompañados por sus tutores de prácticas, que realizan una labor no sólo profesional sino tremendamente humana”.

Esta iniciativa está coordinada por la Dirección de Pastoral y Voluntariado de la Fundación San Pablo Andalucía CEU y cuenta con la colaboración de Santiago López, Pilar Ríos, José Antonio Canales, Rosa María Mora y Leovigildo Andrés Vilar como tutores, que comparten su día a día con Cristina Arenas Muñoz, Antonio García de Alvear de Terreros, Patricia María Pimentel Gutiérrez y Carmen García de Vinuesa de Aguilar y les guían en sus tareas.

 “Es unánime en ellos lo bien que están en CEU y lo bien que se sienten tratados”, destaca Beatriz Mariano, y añade que “nos gustaría que otras instituciones o empresas sigan este ejemplo, contribuyendo así en la sensibilización de la sociedad ante la discapacidad y la necesidad de eliminar barreras no sólo sociales sino empresariales”.

Por su parte, Manuel Martínez, coordinador de Acción Social y Voluntariado, recuerda la frase que marcó el inicio de este proyecto: “La pena no educa, pero la nobleza, claridad, respeto, cariño, bondad, alegría, constancia, educación y ganas, sobre todo ganas, te enseñan a ser mejores personas, dando lecciones de optimismo con risas limpias. Amor con amor se paga”.