CEU Andalucía celebra la Exaltación de la Semana Santa

SEVILLA (2023.03.31) El salón de actos de la Fundación San Pablo Andalucía CEU acogió el XVIII Acto de Exaltación de la Cuaresma. Preparando el camino para la llegada de la Semana Santa, en un ambiente íntimo, el encuentro destacó por su recogimiento en torno a la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Como destacó Agustín García, secretario general académico de CEU Andalucía y promotor de este acto, “durante la Cuaresma, al igual que el pueblo de Israel comenzó una travesía de 40 años por el desierto en pos de la Tierra Prometida, también nosotros vivimos un momento personal en busca de un Dios que sale continuamente a nuestro encuentro (…) Un camino de 40 días que nos lleva a descubrir a Dios, que habita en nosotros y al que, en esta ciudad, tenemos por vecino. El Dios de la Ciudad”.

García Rodero invitó así a los asistentes a vivir un momento de reflexión y encuentro personal con el Señor en esta última semana de Cuaresma que nos acerca a la Semana Santa, a vivir con gozo, la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, a disfrutar del próximo tiempo de Pascua.En un mundo con tanto ruido, solo en el silencio podremos encontrar el verdadero sentido de nuestra existencia (…). En unos días volveremos a recordar con nuestras formas, esta liturgia particular, didáctica, plástica, artística pero que brota del más profundo sentido de búsqueda de la Verdad de los que quieren encontrar a Dios en lo cotidiano, en cercano, en lo palpable, en el ajetreo de una ciudad que quiere sentir con Dios. A un Dios que paseará por la cuidad”, ensalzó.

La música y las imágenes acompañaron las piezas literarias interpretadas, este año, por los alumnos José Manuel Pérez Vázquez y Eduardo Belloso España y por el responsable de Vida CEU y Alumni de CEU Andalucía, Santiago López Reyes. Entre otras marchas: Virgen del Valle, Saeta del Silencio, Jesús de las Penas, Lone y Virgen de las Angustias. Sus palabras, sus recuerdos, sus reflexiones, sus testimonios expresaron, desde el corazón, un sentimiento cofrade puro.

En primer lugar, tomó la palabra José Manuel Pérez Vázquez -alumno de segundo curso del grado en Educación Primaria del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU- quien agradeció la oportunidad de participar por primera vez en esta iniciativa.  “Con nervios, pero expresando lo que siente un cofrade, me dispongo hoy a hablaros que es para mí la Semana Santa y cómo la vivo durante todo el año”. Así recordó “ya se escuchan sones clásicos de la banda del sol tras el señor de la entrada en Jerusalén, ya está el niño pidiendo su venia, ya se escuchan saetas, ya se escucha el llamador, ya se escuchan las palmas, ya está el sueño del sevillano despierto, ya se ven los palios irse por calles estrechas, ya cruza Triana para Sevilla con su particularidad flamenca, ya todo ha comenzado. Ensalzó su pueblo -Bormujos- y su hermandad, y, como no podía ser de otra forma, la figura de su abuela “aquella que le crio y guio por el camino de la Fe, la que vio cómo ese niño que jugaba a los pasos se hizo mayor, y era ahora los pies de la imagen a la que tanto le ha rezado, y que cada año paraba en su puerta para que en poco tiempo disfrutara de ella”.

Recuerdos emocionados se sumaron uno tras otro al término de sus frases. “De pequeño, en la plazoleta de El Cano, en el centro histórico de mi Bormujos, el pueblo que me ha visto nacer y crecer, cuando llegaba la Cuaresma siempre jugaba a los pasos, y soñaba la llegada del Miércoles Santo, mi día, imaginándome ser los pies de ellos cuando fuera mayor”. Por eso esa levantá, esa marcha -señala- “es por ti abuela, porque sin ti no hubiera sido igual y decir ahora lo orgulloso que soy los pies de ella, para llevártela al cielo en cada levantá”.

Le siguió Eduardo Belloso España -alumno de segundo curso del Ciclo Formativo de Grado Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico del Centro de Estudios Profesionales CEU-, quién señaló “estamos a las puertas de una experiencia única e irrepetible que cada año nos da una oportunidad para vivir una semana, un año, una vida, un tiempo nuevo”. Si bien hizo un bello esbozo por la que es la Semana Santa de Sevilla, centró su reflexión en cómo él vive su Lunes Santo, aquel que le une con sus hermanos, con sus padres y ya también desde el cielo con su abuelo Eduardo “quien todos los años les hacía la foto de familia ante Jesús de las Penas y después otra con la Virgen”. Así recuerda “hay un momento en el que el bullicio se rompe, primer golpe “pum”, se hace el silencio dentro y fuera de San Vicente; segundo golpe “clac”, los hermanos nazarenos van terminando de colocarse bien su capirote y se abren as puertas. Ni un minuto antes, ni uno después, en el momento justo”. Por eso, en sus últimas líneas, concluye sabiendo que “nuestra fe nos da la fuerza y valentía para seguir adelante, para luchar y vencer con Dios, para abrir un tiempo nuevo…para seguir a Jesús hoy y siempre”. Pues a las puertas de la Semana Santa, “Cristo viene a nuestro encuentro un año más, su mirada se cruzará con la nuestra en calles y plazas; del Altozano a la Alfalfa, de la calle Feria al Postigo. María nos buscará entre varales, con su mirada nublada por el dolor, nos buscará entre la multitud y a cada uno nos llamará por nuestro nombre, esperando nuestra respuesta. Ella nos llevará a su Hijo para que al final de esta semana, que es toda una vida, nos reconozcamos en Él”.

La tercera interpretación literaria estuvo a cargo de Santiago López Reyes, responsable de Vida CEU y de Alumni de la Fundación San Pablo Andalucía CEU. Más que un pregón al uso, él mismo la define como una meditación personal, una oración, un tiempo, un compartir. “Y será este año de nuevo, Señor, cuando te lleve bien clavado, o abatido por el peso de esa cruz que no entiende ni de pobres ni de ricos, ni de premios ni de castigos, ni de odio ni cariños, que solo entiende de Vida y en Su Buena Muertes nos la ofreces”. Su Cristo de la Buena Muerte y su Virgen de las Angustias, su testimonio vivencial de cómo concluye todo en torno al Martes Santo. “Entro por la antigua puerta de Ciencias, en la calle Palos de la Frontera. Venga, que las puertas se acaban de abrir y las aulas ya están preparadas. Recorremos los pasillos y desembocamos en los primeros patios: diputados pasando lista, hermanos recogiendo sus cirios, futuros graduados recibiendo la carga de penitencia en forma de cruz, familias (…)”. Si bien sus ojos vuelven a quedar embelesados en la mirada aflictiva de María. Así, compartió “conviene, por tanto, mirar a la angustia cara a cara y aprender que solo el amor es capaz de transformar su potencia destructora en posibilidad de bien y salvación. Hagamos del nombre de la Angustia un nombre de esperanza. Cambiemos su Angustia en salvación, su dolor en dulzura”.

Mientras se seguía sucediendo la música, llegó la intervención final de Agustín García Rodero. Sus palabras caminan junto a cada nota de ‘Amarguras’, en las que “traspasado tu corazón por un puñal con corona dolorosa acompañada por San Juan, de vueltas del sepulcro, ya la Esperanza anidando está en el primer Sagrario que Sevilla acogió con bondad. Y ese silencio y tiniebla comienza a tornar hacia la Luz esperada y prometida que aguarda con serenidad”. La marcha procesional ‘Virgen de la Angustia (Los Estudiantes) puso fin a este décimo octavo acto de Cuaresma en CEU Andalucía.

En el acto estuvieron presentes el director general adjunto de CEU Andalucía, Jaime Javier Domingo Martínez; el director de Pastoral y Voluntariado, el P. Leonardo Sánchez Acevedo, así como demás directores corporativos de área y de centros, alumnos, profesores y personal de los distintos centros CEU, y familiares.