Juan Antonio Gómez reflexiona sobre la dificultad de educar hoy, en la última edición del Seminario en Valores

SEVILLA (2023.03.23) El salón de actos de la Fundación San Pablo Andalucía CEU acogió una nueva sesión del Seminario en Valores, iniciativa organizada por la Dirección de Pastoral y Voluntariado de CEU Andalucía y dirigida al personal de CEU en Andalucía.

Bajo el título Dificultad de educar hoy, entre el vértigo y la esperanza, fue impartida por Juan Antonio Gómez, catedrático de Filosofía, que ostentó el cargo de director general de Educación del Gobierno de La Rioja. Asimismo, fue diputado nacional y miembro del Consejo Escolar del Estado.

Presentaron al ponente el secretario académico del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU y el Centro de Estudios Profesionales CEU, Antonio Urzáiz y el director de Pastoral y Voluntariado, el P. Leonardo Sánchez. El acto contó con la presencia del vicepresidente de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, Juan Jurado; el director general adjunto de CEU en Andalucía, Jaime J. Domingo; la secretaria general de la ACdP, Carmen Fernandez de la Cigoña yel director del Congreso Católicos y Vida Pública y rector honorario de la Universidad CEU San Pablo, Rafael Sánchez Saus, directores de centros y áreas, así como personal docente y no docente.

Inició su intervención alertando de que “la educación está en crisis” y desarrolló esta idea recordando que “actualmente hay muchos jóvenes preparados y muchos puestos de empleo por cubrir, sin que ambas realidades encajen”, destacando el importante papel de la formación profesional “a la que le queda un largo camino por recorrer para resolver este problema, aunque va por buen camino”.

Volviendo a la enseñanza y la valoración que existe al respecto hoy en día, subrayó que “si hablamos tanto de indicadores internacionales como de la sensación a pie de calle, es muy negativa. Además, resulta preocupante la cantidad de profesionales con una larga trayectoria que están abandonado un sector al que llegaron por verdadera vocación porque están cansados y desmotivados. La pandemia ha hecho aumentar esta cifra, ya que el hastío es aún mayor, porque parece que el proceso de aprendizaje se ha mecanizado”.

Por otro lado, mostró su preocupación ante el hecho de que “el uso de las palabras por favor, gracias, etc. están en desuso. El respeto y la autoridad se han perdido. La educación es un reto, no es una tarea mecánica, ya que te encuentras con la resistencia de un sujeto -el niño, el adolescente- que, además, se encuentra en un momento vital en el que cree que debe demostrar que es distinto. Los valores que sustentaban nuestra sociedad se están perdiendo y vivimos en un momento de relativismo, en el que todo vale”.

Tras este diagnóstico, quiso mostrarse esperanzado y animar a los asistentes a provocar un cambio, “Dios nos puso en este mundo para mejorar la educación desde nuestra posición. Los colegios concertados y privados deben recuperar la identidad, promover su ideario y ser fieles al carisma heredado, es algo que nos diferencia del resto”.

En este sentido, afirmó que “hay que despertar vocaciones, motivar a las personas comprometidas”, haciendo hincapié en que “la vocación proviene de la mirada que Dios puso en nosotros” y que, “a pesar de las dificultades que vivimos hoy en día, todas las etapas de la historia han tenido las suyas y siempre ha habido personas, como Ángel Herrera y sus escuelas capilla, que le hicieron frente”.