Julio M. Casamayor, alumni de Cardenal Spínola CEU: “El acompañamiento individualizado que recibí configura la base del trabajo que desarrollo en mi empresa, ofreciendo también una atención personalizada”

SEVILLA (2022.07.25) Los alumnos que estudian en CEU Andalucía reciben una formación integral que, además de proporcionarles una preparación académica basada en la excelencia, les inculca una serie de valores fundamentales para concebir la labor que desempeñen como un servicio a la sociedad y al bien común.

Este aspecto está muy relacionado con dar respuesta a una vocación y es así como se plantea su trabajo diario Julio M. Casamayor García, CEO de MiCoach Fitness Club y alumni del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU. “Soy hijo de enfermero y maestra, esto supone que cada día crezca en mí un mayor interés por el cuidado de las personas y por la transmisión de aprendizaje hacia el cuidado personal y la salud física y mental. Para reforzar y afianzar este concepto fue fundamental mi paso por la Fundación San Pablo Andalucía CEU”, afirma.

Julio estudió la Diplomatura de Magisterio -especialidad en Educación Física- entre los años 2004 y 2007. Una vez finalizada esa etapa, decidió cursar una segunda especialidad, – en Educación Primaria-, sumando un año más de estudio, entre 2007 y 2008. Además, obtuvo también la D.E.C.A. (Declaración Eclesiástica de Competencia Académica), “título que quise conseguir, sobre todo, por la formación personal que suponía”, recalca. Actualmente dirige su propia empresa, MiCoach Fitness Club.

En referencia a la formación recibida en Cardenal Spínola CEU, tanto en lo personal como en lo académico, subraya que “fue una experiencia fantástica. Si echo la vista atrás, recuerdo esos años con una sonrisa. Se desarrollan los estudios en un ambiente familiar, donde el cuidado y la preocupación por la situación de estudio de cada alumno es fundamental y, sobre todo, el asesoramiento y ayuda, para la primera etapa universitaria -donde se viene un poco perdido- es esencial”.

En este sentido, indica que vivió en primera persona esa atención personalizada que caracteriza al centro, “cada alumno es único y se valoran también sus circunstancias y entorno con el fin de brindarle el apoyo y la ayuda para lograr sus metas personales y académicas. Quizás, esa base es la que aplicamos actualmente en MiCoach, trabajar de manera cooperativa y coordinada hacia unas metas fijadas por nuestros socios”.

Por otro lado, destacaría “la labor humana de todo el personal, tanto de docentes, como de administrativos como personal de la cafetería o copistería, que siempre nos trataron con una educación y atención exquisita, incluso en momento donde el agobio se manifestaba de manera considerable. El tiempo pasa tan rápido que, una vez pasada esta experiencia y viviendo otros ambientes de estudios, te das cuenta la gran atención que recibimos en esos años”.

Sobre el periodo de prácticas, recuerda que “fue muy beneficioso, pero algo corto. Es decir, cuando te vas soltando en el ambiente laboral y ganando confianza con los compañeros y superiores, se acaba. En mi caso, tuve la gran suerte de realizarlas en el Colegio Portaceli, de Sevilla. En todo momento nos acogieron con mucho respeto y atención, dándonos autonomía y respaldo en nuestra fase de aprendizaje”.

Entrenamiento personal para todos

Volviendo a la empresa que dirige, MiCoach Fitness Club, detalla que “nuestra misión es acercar el entrenamiento personal a todas las personas, romper con el mito de que el entrenador personal es algo exclusivo para la alta sociedad y, sobre todo, apostar por el cuidado y mimo de cada individuo. Para nuestra firma, cada persona es un tesoro y el hecho de que depositen su confianza, tiempo y dinero en nuestro proyecto, todavía me pone la piel de gallina. Nos emociona que estemos cambiando hacia una propuesta de vida mejor para nuestros usuarios”.

Puso en marcha este proyecto junto a su pareja – Irene Ruiz de Castro, dietista y nutricionista- y su hermana –Ana Irma Casamayor García, responsable de la parte financiera de la empresa-, “sin ellas, este proyecto no sería posible, y quizás, sea más éxito de ellas, que incluso mío. Son las encargadas de dar forma a esa idea que estoy desarrollando. Irene a través de la alimentación y estabilidad emocional y Ana, de cuadrar y desarrollar la parte económica y financiera de la empresa, transformar mis ideas de manera sostenible y accesible, para hacérselo llegar a todo el mundo. Somos un equipo, con un claro objetivo: proporcionar la mejor experiencia a quienes vienen a MiCoach”, apunta.

Cabe destacar que su empresa colabora con la formación universitaria de los alumnos del CEU Andalucía, acogiéndolos en sus prácticas. “Ya son dos alumnos los que se han quedado contratados por su buen hacer en dicho periodo, así como por su formación académica y personal”, destaca.

Antes de emprender, como él mismo explica, “he tenido una trayectoria laboral variada y muy enriquecedora. El haber realizado diferentes trabajos antes de dar el paso a montar nuestro propio negocio, me hizo adquirir una serie de destrezas y herramientas en diferentes sectores que, a día de hoy, sigo aplicando a nuestra empresa. Al fin y al cabo, cada trabajo, aunque no sea el soñado en ese momento, te hace crecer como persona y ampliar tu campo de visión”.

Si tuviera que dar un consejo a los alumnos actuales, les diría que “expriman al máximo esta etapa, principalmente, porque el tiempo pasa muy rápido. No hay que esperar a acabar la etapa y plantearse qué hacer, porque para muchas ocasiones, cuesta más. Todo lo contrario, animo a vivir todas las experiencias que la Fundación San Pablo Andalucía CEU ofrece a través de múltiples actividades, sea del matiz que sea, ya que nunca se sabe dónde estará esa chispa que prenda y desencadene una serie de experiencias que te lleven a poder dar vida a tu proyecto o sueño”.

Para concluir, recuerda que “la experiencia en Cardenal Spínola CEU me abrió tanto mi campo de visión, que lo que más destaco es que sabía que tenía que seguir formándome para avanzar en mi carrera profesional una vez finalizase mi etapa universitaria. Cuando llegué pensaba que quería ser profesor de Educación Física y ya está, sin embargo, una vez dentro, me di cuenta del enorme camino que me quedaba por recorrer y aún hoy lo pienso. El emprendimiento exige mucha dedicación, por lo que el tiempo y la calidad de la formación pesan más que otros aspectos. En su día viví tuve esta misma sensación en CEU Andalucía y estoy seguro de que lo volveré a vivir, por esto hablo de la ayuda recibida en todo momento y el asesoramiento”.