Los profesores de Educación Secundaria del Colegio CEU San Pablo Sevilla asisten a un taller sobre inteligencia emocional

La sesión fue impartida por Mercedes González Caraballo, profesora del Centro de Estudios Profesionales CEU

SEVILLA (2021.05.19) Los profesores de Educación Secundaria del Colegio CEU San Pablo Sevilla, así como su directora -María Fernanda de Paz Vera- y parte del personal no docente del centro, han asistido a un taller, impartido por Mercedes González Caraballo -profesora del Centro de Estudios Profesionales CEU-, sobre inteligencia emocional.

Esta acción -que se llevó a cabo de forma presencial, pero que puso ser seguida desde casa- se enmarca en una serie de iniciativas impulsadas por el centro para ampliar la formación de los docentes en ámbitos sobre los que se recomienda una actualización permanente, con el objetivo de ofrecer la mejor atención a los alumnos.

La ponente comenzó su intervención lanzando una pregunta a los docentes: ¿Qué, porqué y para qué, la educación emocional? Para responder, aludió a diversos autores y compartió la siguiente definición: “Es la capacidad de controlar y regular las propias emociones para resolver problemas de forma pacífica, obteniendo bienestar para sí mismo y para los demás” y enumeró los cinco elementos que definen la inteligencia emocional que serían “autoconciencia emocional, autorregulación emocional, motivación, empatía y habilidades sociales”.

Posteriormente, habló sobre los docentes emocionalmente inteligentes, destacando que se caracterizan por, entre otras cosas, “ser personas que cuentan con una motivación intrínseca, con capacidad para relajarse, sentido del humor y habilidades sociales. Asimismo, poseen conciencia y control emocional, tienen empatía con el resto, cuentan con herramientas para la resolución de conflictos, saben innovar e improvisar y se comprometen firmemente con la excelencia”.

Planteados estos conceptos, quiso “aterrizarlos”, abordar cómo se debe actuar en el aula para avanzar en este camino, que requiere un ejercicio diario. Para ello, apuntó que “hay que normalizar la educación afectiva de los alumnos, trabajar la asertividad y la escucha activa todos los días, anticiparse al momento conflictivo, reflexionar siempre sobre cómo se sienten al final del día, agacharse para ver a su altura de niño y discernir entre mis emociones y proyectos y los suyos”.

Por otro lado, explicó el papel fundamental que juegan las familias y qué pautas se les debe ofrecer con el objetivo de trabajar de forma coordinada en este sentido. Para concluir, ofreció una serie de consejos con el fin de practicar lo expuesto en esta primera sesión, animando a los docentes a interesarse por las emociones de sus alumnos al terminar una clase, al haber realizado algún examen o incluso a llevar a cabo acciones innovadoras que les motiven.