Vigésimo séptimo día de Cuaresma

27cuaresmaAutor: Daniel Luna Rodríguez

El Evangelio de san Juan (4,43-54) habla del funcionario del rey que, al enterarse de la llegada de Jesús a Caná, va a su encuentro para pedirle que salve al hijo enfermo que estaba muriéndose en Cafarnaún. Fue suficiente que Jesús dijera: «Anda, tu hijo vive! para que ese hombre creyese su palabra y se pusiese en camino: Esta es nuestra vida: creer y ponerse en camino, como hizo Abraham, que confió en el Señor y caminó incluso en los momentos difíciles, cuando su fe «fue probada» con la petición del sacrificio del hijo. Se fió del Señor y siguió adelante. La vida cristiana es esto: caminar hacia las promesas. Por ello la vida cristiana es esperanza. Hay muchos, incluyo cristianos y católicos de comunidad, que no caminan. Está la tentación de detenerse, de considerar ser un buen cristiano sólo porque se forma parte de movimientos eclesiales y se sienten en ellos como en la propia casa espiritual, casi «cansados» de caminar. La Cuaresma es un tiempo propicio para pensar si estamos en camino o si estamos «demasiados inmóviles» y entonces debemos convertirnos.

Papa Francisco

(Evangelio 2016 en el Año de la Misericordia, José A. Martínez Puche, ed. EDIBESA)

III Concurso de Fotografía de Cuaresma