Vigésimo sexto día de Cuaresma

26cuaresmaAutor: Julio García Álvarez

Dios nos espera siempre: hermoso icono del padre y del hijo pródigo. El padre vio al hijo desde lejos, porque lo esperaba y todos los días iba a la terraza para ver si volvía su hijo. El padre, pues , esperaba el regreso de su hijo, y así, «cuando lo vio llegar, salió corriendo y se echó a su cuello». El hijo, en el camino de retorno, había preparado incluso las palabras que iba a decir para presentarse de nuevo en casa: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo». Pero el padre no lo dejó hablar, y con su abrazo le tapó la boca. La parábola de Jesús nos permite comprender quién es nuestro Padre: el Dios que nos espera siempre. Alguien podría deicr: «Pero, Padre, ¡yo tengo tantos pecados que no sé si Él estará contento!». ¡Prueba! Si quieres conocer la ternura de este Padre, ¡ve a Él y prueba! Despúes, me cuentas.

Papa Francisco

(Evangelio 2016 en el Año de la Misericordia, José A. Martínez Puche, ed. EDIBESA)

III Concurso de Fotografía de Cuaresma