Alumnos de los grados de Educación de Cardenal Spínola CEU asisten a un seminario sobre Robótica educativa y pensamiento computacional

Esta acción se enmarca en un itinerario formativo que tiene como objetivo acreditar las competencias digitales docentes de los estudiantes

SEVILLA (2023.03.24) Alumnos de 1º y 2º curso del Grado en Educación Infantil y en Educación Primaria del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU asistieron a un seminario titulado ‘Robótica educativa y pensamiento computacional’, enmarcado en un itinerario formativo cuyo objetivo es acreditar las competencias digitales docentes de los alumnos.

Se trata de una preparación complementaria a la que reciben en sus titulaciones, que busca dar respuesta a la demanda del mercado laboral actual. Como explica su impulsor, el docente Francisco Pérez, “este proyecto se desarrollará en cuatro seminarios diferentes, ya que además de este primero, hay otros tres que se llevarán a cabo en los próximos años: Seguridad informática para docentes, Pedagogías emergentes y Tecnologías inclusivas, que se irán impartiendo en los próximos años”.

El de este curso tiene como profesor a José Antonio Domingo, socio en Habilitas Educación y DIGIBOT TECH y coordinador del Ciclo Superior en Automatización y Robótica Industrial del Centro de Estudios Profesionales CEU, y tendrá una duración de 30 horas. Concluirá con la presentación de un trabajo por parte de los asistentes, que evidencie las competencias adquiridas.

Lógica y razonamiento algorítmico

José Antonio Domingo explica que “el pensamiento computacional es una forma de abordar los problemas utilizando la lógica y el razonamiento algorítmico, con el objetivo de encontrar soluciones eficientes y escalables. Se trata de un conjunto de habilidades cognitivas que nos permiten abordar problemas de manera sistemática, descomponiéndolos en componentes más pequeños y manejables, identificando patrones y abstracciones, y diseñando soluciones eficientes y escalables”.

Una vez aclarado este término, existen múltiples razones educativas para integrar el pensamiento computacional y la robótica en las aulas escolares, bajo su punto de vista cabe destacar varios aspectos: “el hecho de fomentar el pensamiento crítico y la resolución de problemas, de desarrollar habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), de promover la creatividad y la innovación, de preparar a los estudiantes para el mercado laboral y de mejorar la motivación y el compromiso de los alumnos”.

Respecto a cómo se podría evaluar el pensamiento computacional, considera que “aunque no es fácil, hay una serie de ideas de herramientas y/o estrategias que podrían ayudar a ello: A través de proyectos prácticos que requieran que los estudiantes apliquen sus habilidades para resolver problemas, mediante la resolución de problemas simples de programación, preguntar a los estudiantes cómo descompondrían un problema en componentes más pequeños o cómo identificarían patrones en un conjunto de datos o realizando un análisis de datos”.

En este sentido, reconoce que “los talleres de robótica educativa son muy atractivos para los alumnos. Si están bien diseñados e implementados son prácticos y motivadores a la vez que pueden llegar a ser muy divertidos. Asimismo, fomentan el aprendizaje activo, desarrollan habilidades en STEM, propician el trabajo en equipo y la colaboración, y preparan a los estudiantes para el futuro”.

Integrado en las asignaturas

Además de lo expuesto anteriormente, es innegable que el desarrollo del pensamiento computacional se relaciona con otras áreas del currículo escolar, “es una habilidad interdisciplinaria que se puede llevar a las Matemáticas, para la resolución de ecuaciones y la identificación de patrones; a las ciencias, para recopilar y analizar datos experimentales, modelar sistemas y simular fenómenos; a Lengua y Literatura, quizás en la capacidad de analizar la estructura de un texto; a Arte y diseño, para crear animaciones y diseños interactivos, y pueden utilizar robots para crear esculturas; y a Ciencias Sociales, para recopilar y analizar datos y para modelar sistemas y fenómenos sociales”.

Para concluir, considera que “como hemos visto, integrar el pensamiento computacional en diferentes asignaturas permite a los estudiantes aplicar las habilidades de programación y resolución de problemas en contextos reales y relevantes, pero ello no necesariamente significa que cada asignatura deba convertirse en una clase de programación. Para profundizar, es importante ofrecer actividades extraescolares de esta temática y que así, quienes lo deseen, puedan desarrollar proyectos más complejos”.