“La Iglesia no debe hacer nada diferente a lo que ha venido haciendo»

(16-02-2013).- Esta mañana se han analizado las raíces y consecuencias de la crisis económica, así como la reacción de la Iglesia ante el aumento de la pobreza generada. Los testimonios de representantes de Cáritas, Manos Unidas y la Archidiócesis de Sevilla avalan una acción que ahorra a las administraciones miles de millones de euros

 

“Los economistas no hemos sabido explicar lo que ha sucedido”. Con esta afirmación ha comenzado Fernando Faces, presidente de honor del Comité de Mercados Financieros  Internacionales (CECA), su ponencia en la segunda sesión de las Jornadas Católicos y Vida Pública que se están celebrando desde la tarde de ayer en el campus CEU de Bormujos. Faces ha hecho una lectura pormenorizada de los hechos, actitudes y coyunturas que han desembocado en la crisis que actualmente sufrimos, y ha subrayado tres aspectos como los más relevantes para tratar de salir de la crisis: responsabilidad, verdad –o transparencia- y solidaridad.

“Los países emergentes nos están dando un ejemplo de trabajo y esfuerzo”

En su opinión, “esta recesión es el culmen del cambio en una civilización y una cultura” que tiene que ser ayudada ahora por los países emergentes, “gracias a cuya financiación estamos saliendo de ésta”, afirmó. El ponente abundó en esta línea: “los países emergentes –India, Brasil, China…- nos están dando un ejemplo de trabajo y esfuerzo, y de paso están financiando nuestro endeudamiento”. “Nos quejamos de los chinos, de que trabajan mucho, pero son responsables. Nos quejamos –añadió- desde la ausencia de sacrificio”.

Durante toda su intervención, Fernando Faces enumeró analizó las evidencias que delatan “el cambio que está experimentando el mundo”, y alertó sobre una consecuencia nociva de la crisis en el mundo occidental: el peligro de desaparición de las clases medias. “Y esto hay que decirlo para tratar de reaccionar”, subrayó. Mirando a los orígenes de la crisis, el ponente apuntó al abandono de los principios morales por parte de los políticos, banqueros y gobernantes, y señaló como ejemplo el hecho de que “la actividad financiera se ha convertido en un fin en sí mismo”. En este sentido, ha abogado por la vuelta a “la banca de siempre, la que antes de dar un crédito se lo pensaba cien veces”.

Señales de recuperación

Más adelante denunció que los gobernantes “han faltado a la verdad y a la responsabilidad durante los años de la burbuja. Nadie quiere asumir la responsabilidad, tampoco los sindicatos y los empresarios”, destacó. Fernando Faces concluyó su intervención con un canto a la esperanza: “estamos haciendo algunas cosas bien, y se está recuperando la confianza de los que nos prestan dinero”. En este contexto recordó el reciente informe de Morgan&Stanley que apunta a España como “la nueva Alemania de Europa”. “Y, sobre todo –finalizó- hay que aprovechar la crisis para regenerarnos”.

Faces fue presentado por Álvaro Ybarra, director de ABC de Sevilla, quien ha llamado la atención sobre dos aspectos positivos que está evidenciando la crisis: “se ha multiplicado el número de personas que ayudan a los demás de forma desinteresada y se está constatando un retorno, siquiera tímido, a los viejos valores que encarna la Iglesia”. El aumento de la aportación a la Iglesia Católica por la vía del IRPF o el aumento de la asistencia a las Eucaristías  “son dos signos de esperanza tras años de consumismo desenfrenado y relativismo”.

 

El papel de la Iglesia en tiempos de crisis

La mesa redonda de esta sesión –moderada por el periodista Fernando Seco– ha contado con las intervenciones del presidente de Cáritas España, Rafael Luis del Río; la presidenta nacional de Manos Unidas, Soledad Suárez; y el ecónomo de la Archidiócesis de Sevilla, Alberto Benito. El representante de Cáritas ha comenzado su intervención alertando de la “época muy dura que estamos experimentando en nuestro servicio a los pobres y excluidos”. Ese es también, en su opinión, el principal desafío al que debería hacer frente la Unión Europea, “que sin embargo sigue pensando en el hombre como consumidor y no como ser humano”, denunció.

“Cierta angustia por sentirnos desbordados”

En su análisis sociológico de la pobreza, Rafael del Río aclaró que, si la situación es dura para millones de compatriotas, “los inmigrantes se enfrentan a situaciones de mayor indefensión, ya que no tienen el paraguas de las familias, lo cual deriva en la creación de guetos”.

Varios son los datos que ha aportado el representante de Cáritas, de los que destaca el de las 300.000 personas que han acudido por primera vez a Cáritas, “tras pasar de la vulnerabilidad a la pobreza”, sin olvidar a los que han recaído en la exclusión de la que habían salido no sin ayuda.

Reconoció que en Cáritas se observa “cierta angustia por sentirnos desbordados” y no poder atender debidamente a la gente que acude buscando ayuda. Como medida de choque, anunció el aumento de los recursos destinados desde Cáritas a la ayuda directa o de emergencia y el fomento de los servicios de formación para la búsqueda de empleo. Además, reconoció que en medio de esta situación se dan situaciones que llaman a la esperanza, entre ellas el incremento de la solidaridad que se constata en el número de voluntarios y los donativos. “La gente está dando un paso al frente”, añadió.

Concluyó su exposición destacando la intensa actividad social que se lleva a cabo en Cáritas desde las instancias de base, las parroquias, y la “gratuidad” de quienes trabajan por los más pobres desde Cáritas.

La crisis vista desde el Tercer Mundo

Por su parte, la presidenta de Manos Unidas comenzó su intervención con una afirmación rotunda: “en estos momentos de crisis la Iglesia está ofreciendo caridad”. Soledad Suárez analizó la actual crisis desde la perspectiva de los millones de personas en países del Tercer Mundo que subsisten desde que nacen en un entorno de pobreza extrema: “para colectivos del Sur, el sentido de la crisis no es tan obvio, ellos viven en crisis permanente”.

Manos Unidas ha financiado en 2012 un total de 550 proyectos en 56 países del Tercer Mundo, “gracias en buena parte a la acción de los misioneros”. Su presidenta ha abogado esta mañana por la recuperación de “estilos de vida más austeros y una mayor sensibilización y denuncia de las injusticias”. Entra las urgencias que se deben acometer a nivel internacional destacó “el cambio de las estructuras de las redes económicas y comerciales mundiales”. Al hilo de esto llamó la atención sobre un dato que habla a las claras de la complicada salida de la pobreza que tienen muchos países africanos: “la experiencia nos dice que en este continente es una maldición tener riqueza en su subsuelo”. Suárez finalizó su participación en la mesa redonda afirmando que “en tiempos de crisis nos toca mantener los ideales”.

Alberto Benito: “Hay que seguir siendo fieles a la misión”

La última intervención de la sesión matinal ha corrido a cargo de Alberto Benito, ecónomo de la Archidiócesis de Sevilla, quien enumeró las cifras que hablan con claridad de la actividad de la Iglesia en España en estos tiempos de crisis. Comenzó afirmando que “hay que seguir siendo fieles a la misión, la Iglesia –subrayó- no debe hacer nada diferente a lo que ha venido haciendo”, y recordó un documento de la Conferencia Episcopal fechado en 2012, que pasó algo desapercibido en su momento por otras circunstancias: ‘Ante la crisis, solidaridad’. “Se trata de un documento muy relevante sobre la labor de la Iglesia en este contexto”, destacó.

Alberto Benito ha hecho hincapié en la misión que la Iglesia sigue teniendo en la actualidad, “como sembradora de esperanza y lugar de acogida para los más pobres y desfavorecidos”. A continuación, ha ofrecido algunas cifras relativas a la acción de la Iglesia, entre ellas las más de cinco millones de Eucaristías que se han celebrado el año pasado en las 23.000 parroquias que hay en España (“cuando hay una parroquia ocurre algo. Es un foco de esperanza, de cultura y solidaridad”, añadió), las 45 millones de horas en las que se calcula la actividad de sacerdotes y voluntario o el hecho demostrado de que cada euro que la Iglesia pone en funcionamiento se multiplica por 2,5. Hizo también referencia a “la apuesta de la Iglesia en materia educativa, que se materializa en los 2.500 centros educativos que dirige, con unos 100.000 profesores y 11 millones de alumnos”. “Esta vertiente educativa de la Iglesia le supone a la Administración un ahorro de 4.256 millones de euros”, señaló.

La Iglesia le ahorra a la administración unos 70 millones de euros en mantenimiento del patrimonio

En su intervención no olvidó algunos parámetros a nivel internacional, como “la tremenda aportación de los misioneros a la marca España” o “el hecho de que de los 53 millones de turistas que nos visitan, nueve millones lo hagan atraídos por el patrimonio religioso”. Benito Peregrina subrayó el esfuerzo que supone para la Iglesia mantener este patrimonio, agravado en la actualidad con el contexto de crisis: “si la Iglesia no está ahí, no sería posible seguir disfrutando de este patrimonio religioso”. Concluyó su referencia al ámbito del patrimonio recordando que la Iglesia española le ahorra unos 70 millones de euros a la Administración por este concepto.

Sus últimas palabras fueron de elogio de la actividad que desarrollan dos instituciones de identidad eclesial, Cáritas como Manos Unidas, “que son los entes de este ámbito que menos dinero dedican a la gestión de sus recursos”. “La esperanza –concluyó- no tiene precio”.

Mons. Gómez Sierra preside la Eucaristía

La sesión matinal ha concluido con la celebración de la Eucaristía que ha presidido el obispo auxiliar de Sevilla, mons. Santiago Gómez Sierra. Esta tarde, tras el homenaje al beato papa Juan XXIII –con motivo del cincuentenario del inicio del Concilio Vaticano II-, tomará la palabra el arzobispo general castrense, mons. Juan del Río Martín, que pronunciará la conferencia titulada ‘Evangelizar: enseñar el arte de vivir’. Será presentado por el periodista Juan Miguel Vega.