“El aborto no es la solución, porque la violencia nunca debe ser la respuesta”. Leire Navaridas, protagonista del último Miércoles Cultural

SEVILLA (2022.12.15) El salón de actos de la Fundación San Pablo Andalucía CEU acogió una nueva edición de los Miércoles Culturales del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU, en el marco de la iniciativa Vida CEU, bajo el título ‘Prevenir y afrontar el embarazo imprevisto de forma sana’.

El acto contó con la presencia del vicepresidente de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, Juan Jurado; el vicesecretario de la ACdP en Sevilla y consejero nacional de la ACdP, Federico Jiménez de Cisneros; el secretario del Patronato de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, Julio Álvarez de Toledo; el director de Pastoral y Voluntariado de CEU Andalucía, el P. Leonardo Sánchez; y directivos de CEU Andalucía, así como una amplia representación de alumnos y profesores de Cardenal Spínola CEU y del CEP CEU.

La invitada, Leire Navaridas, compartió su experiencia con los asistentes, tras haber abortado en su primer embarazo, “muchos lo llaman interrupción voluntaria del embarazo, yo lo llamo intervención violenta del embarazo”, comenzó afirmando.

Fue presentada por Santiago López, coordinador de Actividades Extraacadémicas y responsable de CEU Alumni, y entrevistada por Gema Blanco, directora del Servicio de Orientación del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU, y Rocío Lacave, del Servicio de Comunicación y RRSS de CEU Andalucía. Junto a ellas, reflexionó sobre cómo vivió esos momentos, en los que “no fui realmente consciente de lo que estaba haciendo. Entré y salí de la clínica, fría, sin sentir nada y durante mucho tiempo no lo hablé con nadie, ni nadie de mi entorno se preocupó por ello, tampoco el que por aquel entonces era mi pareja”.

En este sentido, expuso que creció con un mensaje negativo y de odio hacia los hombres, “se me transmitió que el hombre y la mujer viven en una constante guerra, por lo cual todas las relaciones que establecía con ellos eran insanas y profundamente perjudiciales. Cuando finalmente me casé no fue por un concepto romántico, sino por conseguir unos papeles para quien entonces era mi pareja, que no era de aquí. Al poco tiempo me quedé embarazada, estaba fuera de España y, al no estar en un buen momento con él, decidí abortar. Al año, siendo otras las circunstancias con mi marido, me volví a quedar embarazada y, aunque me planteé volver a abortar, el psicoterapeuta al que estaba yendo para superar secuelas del primer aborto -aunque yo no tenía asumido que era consecuencia de aquello- me dijo una frase que me marcó para siempre: Leire, deja de destruir y ponte a construir”.

En aquel momento experimentó una transformación completa, entendió el error que había cometido y el daño que se había hecho a sí misma y empezó a vivir el embarazo con ilusión, aunque finalmente este no llegaría a término y lo perdió a los tres meses.

Tras haber perdido a dos hijos en circunstancias diferentes, pero con el mismo final, comenzó un periodo de asimilar todo lo ocurrido y de aprender a perdonarse para poder seguir viviendo. Con el tiempo, conoció al padre de su tercer hijo, que nació hace cinco años y es, como ella misma afirma, “el motor de mi vida. Me ha enseñado lo que es el verdadero amor, no es comparable a nada de lo que yo haya podido sentir con anterioridad”.

Al ser preguntada por cuestiones como el hecho de que el feminismo -tal y como se concibe actualmente- presente el aborto como “la gran conquista de la mujer” y sea asocie de forma directa a la palabra “empoderamiento”, recalcó que “en el momento de abortar la mujer es el ser más vulnerable que hay. Dicen que se elige libremente, pero para que haya libertad tiene que haber conciencia y cuando se aborta es porque no se es consciente de que lo que tienes en tu tripa es la vida de tu hijo”. Además, insistió en que el hecho de estar a favor de la vida no es un tema que defienda únicamente la Iglesia, sino que hay muchas personas que no son especialmente religiosas que entienden que la solución ante un embarazo no deseado no es acabar con la vida de tu hijo, sino ofrecer recursos e información a las mujeres que se ven la situación de plantearse seguir adelante o no.

Para concluir, respondió a preguntas que los alumnos hicieron sobre su historia y el aborto, lo hizo de forma directa y clara, recordando que “la intervención violenta nunca debe ser una opción, porque la violencia nunca debe utilizarse”.