SEVILLA (2022.10.28) Un año más, el Colegio CEU San Pablo Sevilla ha celebrado el Día de Todos los Santos, una jornada especial en la que los alumnos de Educación Infantil han asistido a clase vestidos de santos, en recuerdo de los modelos de vida que representaron a lo largo de la Historia.
La Santidad Vence es el tradicional lema con el que esta festividad se conmemora cada año en el centro, realizando además numerosas actividades adaptadas a cada etapa que ayudan a los alumnos a comprender mejor por qué los santos son verdaderos ejemplos de vida para los católicos.
En Educación Infantil -3, 4 y 5 años- han conocido mejor la vida de la Virgen María, San Fernando -como patrón de Sevilla- y Santa Ángela de la Cruz, a la que tanta devoción se le tienen en nuestra ciudad. “Nuestra fiesta de Todos los Santos es una celebración alegre y emotiva, llena de esperanza y de vida, que queremos compartir con las familias”, apunta la responsable de Pastoral en Educación Infantil, Maite Valpuesta.
Asimismo, tanto ellos, como el primer ciclo de Educación Primaria (1º y 2º) han asistido a la capilla con el P. Leonardo, donde el director de Pastoral y Voluntariado de CEU Andalucía les ha contado la vida de algunos de los santos de los que venían caracterizados.
En el resto de Educación Primaria, los alumnos han realizado diferentes actividades didácticas, trabajándolas especialmente en la asignatura de religión y en catequesis, al igual que en ESO y Bachillerato y asistieron a una Eucaristía para conmemorar esta festividad. “Dentro del Magisterio de la Iglesia, el Papa Francisco a través de la Exhortación Apostólica » Gaudete et Exultate» nos hace una llamada a la Santidad en el mundo actual”, indican Montse Álvarez y Mª del Mar del Pino, responsables de Pastoral de Primaria, por un lado, y Secundaria y Bachillerato, por otro.
Igualmente, han visionado en clase vídeos sobre Santa Gianna Beretta Molla, Santa Teresa de Calcuta, Chiara Corbella o Carlo Acutis, de esta manera han entendido mejor que la santidad no es solo para personas que vivieron en otros siglos, sino que hay auténticos ejemplos en nuestros tiempos, profundizando en ello con este texto: “Para ser santos no es necesario ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos. Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. No es así. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra (…)”
