SEVILLA (2022.08.26) En los últimos años, la formación profesional ha adquirido gran relevancia en el análisis del alumnado sobre su futuro. Así, su corta duración y su foco en la empleabilidad, convierte esta opción en una vertiente cada más frecuente entre los estudiantes que pretende salir al mercado laboral.
Por ello, el Centro de Estudios Profesionales CEU trabaja cada día en la búsqueda de una mejora en su amplio catálogo de titulaciones en todas las áreas de conocimiento. Gracias a la consolidación de esta vía formativa, el centro ha impulsado una nueva variante académica poco frecuente en Andalucía: los Másteres reglados de FP Superior.
La iniciativa consiste en una titulación de mayor grado solo para los alumnos que escogen este camino y que les permite una mayor especialización en un determinado sector. Una de ellas es el de Cultivos Celulares.
Se trata de una rama de la química en constante expansión y que demanda una mayor especialización con una correspondiente actualización de las competencias. En el ámbito de la biotecnología y la biofarmacéutica, es una oportunidad para ampliar y profundizar en los conocimientos de una materia en auge.
La evolución tecnológica en el ámbito del cultivo celular está generando la incorporación con éxito de un gran número de disciplinas relacionadas como: la biología celular, la ingeniería genética, la inmunología, la virología, la bioquímica, la química de proteínas, la genómica, la ingeniería de tejidos o la ingeniería química. De esta manera, se contribuye al enriquecimiento del sector.
El mercado de productos para el cultivo celular está experimentando un crecimiento a nivel mundial, debido al enorme aumento en la demanda en el sector biofarmacéutico. El incremento de las industrias biotecnológicas y biofarmacéuticas será la fuerza motriz del mercado de cultivos celulares en el futuro. De este modo, convertirse en experto en cultivos celulares es una oportunidad laboral que el alumno debe aprovechar.
La demanda de especialistas en el campo de los cultivos celulares es creciente en los tres grandes sectores: industrial, clínico y académico. Por todo ello, en el sector biomédico y biotecnológico se están demandando profesionales más cualificados que posean conocimientos de las tecnologías de cultivos celulares, y que también asuman funciones de control de calidad, de prevención de riesgos laborales, de seguridad y protección ambiental.
