Celia Mª Lobatón, alumni del Centro de Estudios Profesionales CEU: “Recuerdo especialmente la empatía de los profesores y las facilidades que me dieron para completar mi titulación a distancia”

Actualmente trabaja en Alemania en una Escuela Infantil Pública

SEVILLA (2022.07.04) La proyección internacional es uno de los aspectos que sustentan la formación que se ofrece al alumnado del Centro de Estudios Profesionales CEU. Además de apostar por una preparación eminentemente práctica, desde el primer momento se les transmite la importancia de aprender otros idiomas -especialmente el inglés- y se les anima a vivir experiencias en el extranjero que enriquezcan su CV y les ayude a conocer la realidad del mercado laboral más allá de nuestras fronteras.

Para hacer todo ello posible, además de los acuerdos establecidos con otras entidades educativas y empresas, es fundamental la predisposición del alumno. En ocasiones, cuando acaban su titulación es el momento en el que dan el salto y este fue el caso de Celia María Lobatón Orta, que cursó el Ciclo Superior en Educación Infantil a distancia. “Empecé en septiembre de 2016, mi tercer hijo había nacido a finales de agosto de ese mismo año y decidí que quería dar un giro a mi vida, ya que nos convertiríamos en familia numerosa y con la carrera que había estudiado -Turismo- iba a ser muy complicado trabajar a turnos en un hotel”.

Recuerda que el primer año le fue concedido el premio al mayor aprovechamiento académico, “lo que me hizo mucha ilusión, ya que no era fácil estudiar con un recién nacido en casa. Terminé la parte teórica en 2018, con el nacimiento de mi cuarto hijo, que vino al mundo en agosto de 2018. Cursé mis prácticas en un Colegio en Aljaraque -Huelva- a principios de 2019 y terminé en abril de ese mismo año”. De este tiempo recuerda “la empatía de todos los profesores de CEU Andalucía, me dieron muchísimas facilidades a la hora de llevar a cabo la parte presencial, principalmente los exámenes. Tengo que reconocer que no fue fácil, pero conseguí sacar todo el curso con una media de 10 en la mayoría de las asignaturas durante todo el periodo lectivo”.

En el ámbito académico, destaca “la inmediatez de todo el equipo de profesores a la hora de resolver dudas, cómo se volcaban todos y cada uno de ellos para tratar todas las cuestiones que hubiese. No tengo quejas de ningún tipo, todos han sido fantásticos”.

Del periodo de prácticas, debido a sus circunstancias, lo que más agradece es “la posibilidad que me dieron de hacerlas en un centro cercano a mi casa, lo que me permitió matricular a mi bebé conmigo y respetar el periodo de lactancia”. Por otro lado, se lamenta de no haber podido llevar a cabo algunos proyectos que tenía en mente, enmarcados en el proyecto final que presentó para obtener el título sobre la creación de un huerto ecológico en el primer ciclo de Educación Infantil.

En referencia a su vocación, reconoce que “aunque tengo una gran vocación de madre, no sabía si eso sería suficiente y funcionaría trabajando en este sector. Recibí cierta orientación por parte del director de Pastoral de CEU Andalucía en aquel momento, el P. Manuel Orta, y gracias a su consejo y a las ganas que tenía de formarme en este ámbito aposté por la formación semipresencial y fue la mejor elección, sin duda”.

Oportunidad laboral en Alemania

Una vez obtenido su título, explica que en verano del año 2019 vio un anuncio en el Servicio Andaluz de Empleo de una oportunidad de empleo en Alemania. “Accedí a los datos, me comuniqué con los anunciantes y me resultó muy atractiva. Había estado trabajando de au pair un año en Aschaffenburg y tenía un nivel B1 en alemán; ofrecían un curso de alemán, trabajar como educadora infantil y conocer así nuevas metodologías y pedagogías. Hice mi primera entrevista en Munich en octubre de 2019. Quien ofrecía el empleo era el propio Estado, concretamente en Baviera se necesitaban muchas educadoras urgentemente y no había suficientes en el país, por lo que el Estado financiaba la mudanza, vuelos, curso de alemán y examen oficial… Además, nos proveía de un puesto como funcionarios en una Escuela Infantil pública. En mi caso puse un par de condiciones: solicité que me dieran una Escuela Infantil para mis hijos (en ese momento de 18 meses y 3 años) y también un piso estatal. Ambas cosas me las proporcionaron. Después de hablar mucho con mi familia, tomamos la decisión de irme con mis dos hijos pequeños y mi marido se quedaría con los mayores, que tenían entonces 11 y 6 años”.

Tras esta decisión, comenzó a trabajar en la Escuela el 16 de marzo de 2020, pero estalló la pandemia y declararon estado de alarma, “no me permitían ir a trabajar ni que mis hijos fueran a la escuela; por lo que volví a España sin saber qué pasaría. Comencé las clases de alemán online y trabajando solamente media jornada y así pasaron dos meses hasta que me dijeron que podía volver a incorporarme presencialmente y volvimos a Múnich. Se puede decir que he trabajado para el Estado desde el principio. La Escuela Infantil donde estoy se llama «Städtische Kinderkrippe Villa Mondschein», una escuela estatal, que acoge a niños de integración (dos por cada grupo de diez). Tengo a mi cargo a ocho niños de entre 0 y 3 años, dos de ellos con problemas. Trabajamos en grupos sin separación por edades, con un concepto totalmente abierto, mezclándonos los 50 niños que hay en la Krippe y trabajando en equipo”.