Sandra Rodríguez, coordinadora del Ciclo Superior en Integración Social del Centro de Estudios Profesionales CEU: “Al hablar de las consecuencias de la pandemia, aludo a los cuatro verbos que el Papa Francisco conjuga: acoger, proteger, promover e integrar”

SEVILLA (2021.10.15) Es innegable que la pandemia ha marcado un antes y un después en la vida de muchas personas, especialmente en aquellas que ya vivían una situación complicada por diversas circunstancias y que bien conocen los trabajadores del ámbito de la integración social.

Se trata de colectivos desfavorecidos que, en muchos casos, han visto cómo su realidad se ha complicado, como indica Sandra Rodríguez, coordinadora del Ciclo Superior en Integración Social del Centro de Estudios Profesionales CEU. “El COVID-19 nos ha afectado a todos en mayor o menor medida, pero sin duda, ha golpeado de manera más violenta a las personas más desfavorecidas, a aquellas más vulnerables de la sociedad y que tienen menos recursos”.

Afirma, incluso, que “las desigualdades sociales han aumentado considerablemente con la pandemia en el ámbito de salud, del trabajo, en el ámbito socioeconómico y también del bienestar. Tenemos un claro ejemplo en el colectivo de mayores, los datos son escalofriantes y no solo por la triste pérdida de personas, sino también por las consecuencias: aislamiento, soledad, estados de ánimo bajos, alimentación inadecuada, menos cuidados y un miedo prolongado en el tiempo. Asimismo, las personas sin hogar han sido un grupo especialmente vulnerable en este contexto”.

La docente, que es pedagoga e intérprete de Lengua de signos, ha enfocado siempre su trabajo -además de a la enseñanza- a la orientación e inserción sociolaboral de personas con algún tipo de discapacidad, así como a la adaptación a lectura fácil “para que todas las personas tengan acceso a la información, en especial, las personas con discapacidad intelectual”, explica.

«La colaboración es indispensable»

Por ello, ahora que se vive una relativa vuelta a la normalidad, está capacitada para hablar de lo que podrían ser los grandes retos a los que se enfrente la sociedad en lo que respecta a estos colectivos. “Al hablar de pandemia, de sus consecuencias y de los desafíos a los que hay que hacer frente, se me vienen a la mente los cuatro verbos que el Papa Francisco conjuga: acoger, proteger, promover e integrar. No hay mejor manera de explicar que, en estos tiempos tan difíciles que corren, es indispensable colaborar. Pienso que la solidaridad y la colaboración deben ser el núcleo motor para el futuro de un mundo con menos desigualdades. Hay que implementar medidas y llevar acciones concretas para revertir y/o mejorar esta situación y ahí todos debemos cooperar. Así que aprendamos a colaborar”.

En este punto, destaca el papel que han jugado los profesionales del sector -tanto a nivel laboral, como humano-. “Se han dejado la piel y, hoy por hoy, siguen al pie del cañón porque la necesidad de auxiliar sigue vigente. Su labor profesional ha sido impecable, pero a nivel humano… A nivel humano, ha sido encomiable”.

Como profesora del Ciclo Superior de Integración Social, recalca que “es uno de los mensajes que a diario trasladamos a nuestro alumnado, porque en el Centro de Estudios Profesionales CEU le damos mucho valor e importancia a que reciban una buena formación, que adquieran todas las competencias profesionales, pero siempre acompañadas de unos buenos valores como persona. Creo que una seña muy arraigada a CEU Andalucía es, precisamente, esa:  formar a unos excelentes y competentes profesionales, pero también a unas buenas personas. Ese es nuestro principal objetivo, ya que el nivel profesional y el nivel humano deben ir siempre de la mano”, concluye.