Varias familias valoran el trabajo del Servicio de Orientación Académica y Laboral de Cardenal Spínola CEU

Destacan el clima de confianza que se genera desde el primer momento, la gran implicación de los profesionales que atienden a los alumnos y el alto grado de conocimiento que tienen de cada caso

SEVILLA (2021.07.21) El Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU cuenta con un Servicio de Orientación Académica y Laboral -al igual que el resto de los centros académicos de la Fundación San Pablo Andalucía CEU– cuya labor es potenciar ese acompañamiento personalizado al alumno que les caracteriza, llegando a donde no pueden hacerlo los tutores y profesores y dando respuesta a aquellos estudiantes que requieren mayor atención en determinados momentos o de forma continuada.

Gema Blanco Montañez es la responsable de este servicio y, junto a Mariola Nieto Gómez, Federico Rodríguez del Ama y Marta Rubio Ponce, contribuyen a mejorar la experiencia de los alumnos de Cardenal Spínola CEU, puesto que además durante los años de carrera surgen cuestiones en las que requieren asesoramiento concreto de cara a su futuro laboral o tener acceso a talleres que les ayuden a potenciar sus capacidades y a suplir sus carencias.

Y las familias no son ajenas a ello. Es fundamental su implicación para que los estudiantes puedan superar sus dificultades y encauzar su vida académica. Así lo aseguran desde el Servicio de Orientación y lo corroboran varios padres que, a lo largo de estos años, han estado en permanente contacto con los profesionales que han atendido a sus hijos.

Mariola Nieto comparte el caso de los familiares de un alumno del Grado en Derecho que “ha necesitado apoyo por ser poco constante. Además, sufrió una serie de problemas personales de gran relevancia, relacionados con la afectividad, a principios de 1º, por lo que desde ese momento requirió de nuestro apoyo y dedicación, que hemos mantenido durante el tiempo que ha permanecido con nosotros”. Para superar las dificultades de este caso, “al alumno se le ha apoyado en sus labores de aprendizaje, controlando la calidad de su estudio, comprobando su dedicación y asistencia a clases, y apoyando a la familia en los momentos precisos para evitar desvíos irreparables en su complicada trayectoria curricular. Más que a un graduado en tal o cual profesión, se ha conseguido formar a una persona, lo que no era fácil”.

Preguntándole directamente a la familia por lo que más valora de la atención recibida, responden que “la gran profesionalidad de los orientadores, así como el cariño que ponen a su trabajo. Dada la complejidad de los casos que tratan y los resultados obtenidos, todos esos conocimientos profesionales sin esa dedicación serían inútiles. Por nuestra parte, hemos dejado que los conocimientos profesionales del orientador fueran los que guiaran el proceso, atendiendo puntualmente a sus indicaciones con respecto a la relación y a nuestro comportamiento con el alumno, como no podría ser de otra manera. De cualquier forma, a poco que se establezca contacto con el Servicio de Orientación, la confianza se establece, habida cuenta del conocimiento particular de los casos que tratan y de la profesionalidad que desprenden”, afirman.

Para concluir, recalcan que “si mi hijo tiene hoy futuro académico o profesional se debe, en altísima medida, a la labor llevada a cabo por la orientadora. Espero y confío que antes de que abandone Cardenal Spínola CEU, atendiendo a sus cualidades y limitaciones que conocen mejor que nadie, pudieran prestarle algún tipo de orientación adicional con respecto a los cursos de posgrado en los que deberían matricularse o la labor profesional que consideraran más adecuada para sus habilidades”.

Otro caso atendido por el Servicio fue el de un alumno del Grado en Educación Infantil, diagnosticado de déficit de atención e hiperactividad que hacía necesario un apoyo pedagógico de seguimiento en los estudios universitarios, así como en los trabajos a presentar.

Por ello, “desde hace dos años se le está ayudando a, entre otras cosas, a aprender a trabajar en equipo con otros compañeros, a comunicarse con el profesorado, a la organización de tareas y a ir madurando”, señala Gema Blanco.

La familia subraya que “la implicación de los profesionales, su esfuerzo constante y tenacidad en nuestro caso, así como la motivación y autoestima que consiguen inculcar al alumno, hace que se genere un clima de confianza que lo tiene activado positivamente”.

En el caso de una alumna del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, el trabajo se enfocó en “encauzar el desarrollo académico del segundo cuatrimestre ante la imposibilidad de que nuestra hija pudiese continuar temporalmente en el centro por problemas de salud”, destacando el papel de Marta Rubio, que -de forma continuada en el tiempo- ha dado respuesta a las necesidades específicas de la estudiante.

Además de estos casos concretos, desde el Servicio de Orientación Académica y Laboral cada día atienden a estudiantes que necesitan asesoramiento en algo más puntual relacionado con la organización y planificación del estudio, la adaptación o la toma de decisiones”. Si tuvieran que destacar algún momento a lo largo del año, no tienen dudas, “la graduación de nuestros alumnos, ese es el momento en el que todos los esfuerzos y trabajos realizados quedan reflejados”.