Domingo de Resurrección

SEVILLA (2021.04.04) Tras la triste quietud que caracteriza al Sábado Santo, en que el cuerpo de Jesús reposa en paz, el Domingo de Resurrección se describe repleto de verbos de movimiento: ir, correr, adelantarse, llegar, entrar… El resurgir de la vida de Jesús provoca una reacción en cadena en sus discípulos que les impide quedarse quietos. Desde la primera discípula creyente, María la Magdalena, hasta el discípulo amado, pasando por Pedro, el primero en la jerarquía de los Doce, todos se ven sacudidos por la experiencia indescriptible, que les impulsará a comunicársela a los hermanos rápido y sin miedo (Reflexión: Equipo Bíblico Verbo. La Buena Noticia 2021 www.ceuediciones.es).

Hermandad de la Resurrección. Fotografía: Domingo Pozo

Evangelio según San Mateo 28, 8-15.

En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos.

De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «Alegraos.»

Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo:

«No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.»

Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles:

«Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros lo arreglaremos y os sacaremos de apuros.»

Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.

Palabra del Señor.