El futuro de la abogacía, a debate en el II Encuentro del 25 aniversario de CEU Andalucía

Intervinieron José Joaquín Gallardo, ex decano del Iltre. Colegio de Abogados de Sevilla; Miguel Polaino-Orts, vicedecano de Relaciones Institucionales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla; y Enrique Belloso, alumni del Grado de Derecho de Cardenal Spínola CEU

SEVILLA (2021.02.11) La Fundación San Pablo Andalucía CEU ha celebrado el segundo Encuentro 25 Aniversario, enmarcado en una serie de iniciativas que se organizarán para celebrar esta efeméride y abordar de la mano de expertos profesionales, representativos de su comunidad educativa, cuestiones de actualidad.

En esta ocasión la mesa redonda fue moderada por Ana Ochoa Casteleiro, coordinadora del Grado en Derecho del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU, y llevaba por título “El futuro de la abogacía”. Desde hace más de ochenta años CEU ofrece los estudios en Derecho en sus centros universitarios, en CEU Andalucía este curso termina su cuarta promoción de licenciados del Grado en Derecho.

En ella intervinieron:  José Joaquín Gallardo Rodríguez, quien fuera decano del Iltre. Colegio de Abogados de Sevilla durante veinticuatro años; Miguel Polaino Orts, profesor titular de Derecho Penal y vicedecano de Relaciones Institucionales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla; y Enrique Belloso España, alumni del Grado de Derecho de Cardenal Spínola CEU.

La moderadora agradeció a la Fundación San Pablo Andalucía CEU la organización de este tipo de encuentros y presentó a los participantes como “grandes profesionales, pero también excelentes personas, con una gran calidad humana, cercanos y sencillos”. Durante el Encuentro salió a colación la figura del Cardenal Spínola, de quien toma su nombre el Centro de Estudios Universitarios de CEU Andalucía, poniendo en valor su labor como abogado , ya que desarrolló una intensa tarea jurídica entre los más necesitados antes de ser sacerdote.

José Joaquín Gallardo fue el primero en intervenir, vaticinando un “futuro repleto de esperanza para la abogacía, porque es lo que le auguro al Estado de Derecho. Vivimos en una sociedad que cada vez es más consciente de los derechos que tiene y exige más efectividad y autenticidad en su cumplimiento, para todo ello el papel del abogado es imprescindible”.

Por su parte, Miguel Polaino-Orts explicó que la proyección profesional de los que actualmente son alumnos del Grado en Derecho pasa por “adecuar los estudios universitarios a los nuevos tiempos. Esta es una disciplina en constante evolución, que debe adaptarse a las circunstancias, sin olvidar los valores permanentes que representa. En la época universitaria se asientan las bases de la vida profesional, pero teniendo en cuenta que no es una mera formulación teórica, sino que esos conocimientos deberán tener su reflejo en una realidad cambiante y viceversa”.

Ambos profesionales reflexionaron sobre la desconfianza que parece que tiene la sociedad en lo que se refiere a la administración de la justicia. A este respecto, José Joaquín Gallardo recalcó que “los políticos deben tomarse en serio la Justicia y no utilizarla. Quien gobierna, sea del partido que sea, siempre es propenso a limitar el poder judicial, ya que es el único que puede controlar sus actuaciones. No olvidemos que la ciudadanía acude a los jueces para que se hagan efectivos su derechos, ese es su verdadero cometido”.

Miguel Polaino-Orts hizo hincapié en que “muchas veces la sociedad tiene una concepción equivocada de la justicia, debido a que se traslada una idea diferente de lo que realmente es. Por ejemplo, ha ocurrido con determinados casos mediáticos en los que personas o medios ajenos a la justicia ha anunciado antes de tiempo que a determinadas personas les caerían unos años de condena que, posteriormente -aplicando el derecho-, no ha sido tal. Eso causa un sentimiento de frustración muy grande, no se cumplen las expectativas. En este sentido, me gustaría recordar que el derecho no es una panacea que pueda resolver todos los problemas del mundo, como comúnmente se piensa. Y, volviendo a la insatisfacción, esta también se produce cuando la población ve que no se resuelven sus problemas cotidianos”.

Desde el punto de vista de alguien que ha concluido recientemente sus estudios de Derecho en el Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU, Enrique Belloso apuntó que las prácticas que realizó en un bufete le resultaron fundamentales para conocer bien cuál sería su cometido en la sociedad. Actualmente se encuentra estudiando oposiciones a la Administración del Estado, explicó que se decantó por esta opción “por el enriquecimiento que supone el proceso en sí, la intensidad con la que lo vives te da un conocimiento mejor del ordenamiento que puedes utilizar en diferentes campos. Tengo vocación por el servicio público y también por la docencia”.

Cómo ha afectado el COVID-19 a la abogacía

La pandemia ha marcado un antes y un después en el desempeño de determinadas profesiones, acelerando la transformación digital o aumentando los tiempos de espera en algunos procesos. El derecho se ha visto afectado como otros tantos sectores, tal y como expuso José Joaquín Gallardo, que destacó que“la abogacía siempre está a la cabeza en lo que a innovación se refiere en el ámbito jurídico. Estamos obligados a modernizarnos, ya que somos los que más cerca estamos de la ciudadanía, respondemos con nuestro crédito personal a los clientes, garantizando la efectividad de sus derechos”. Por ello, considera que “la abogacía del futuro ha de ser especializada, con mejor formación académica y práctica y en constante actitud de renovación, hay que seguir los pasos de la sociedad”.

Sobre cómo han proliferado los ciberdelitos en los últimos meses debido a la hiperconectividad en la que vivimos, Miguel Polaino-Orts afirmó que “así como sea la sociedad, así será el derecho, existe una interacción mutua entre los dos elementos. Si la sociedad ahora está en estas circunstancias, se genera un foco de peligro derivado del mayor uso de estas herramientas digitales”.

Por último, ambos profesionales quisieron lanzar un mensaje alentando la vocación de aquellos que actualmente están formándose en el ámbito jurídico. El ex decano del Iltre. Colegio de Abogados de Sevilla señaló que “la profesión de abogado exige mucho trabajo y que solo pueden ejercerla aquellas personas que tengan coraje, que no se den por vencidos fácilmente. Todo ello, sin olvidar que es un servicio a la sociedad, situando siempre a la persona en el centro, tal y como debe ubicarse en el Estado de Derecho”.

El vicedecano de Relaciones Institucionales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla añadió que “desempeñar esta profesión es una acción proactiva, siempre pendiente del devenir de la sociedad, de sus demandas y necesidades”. Enrique Belloso animó, por su parte, “a mantener la esperanza, a no tener miedo, recordando la intervención de San Juan Pablo II al inicio de su pontificado, a un futuro que debe encararse con valores”. Y, en este sentido, José Joaquín Gallardo añadió que “una sociedad sin valores es una sociedad enferma y en riesgo, no olvidemos que los derechos humanos se basan en los valores cristianos, no tengamos miedo a ponerlos por delante”.