Silvia Verdugo, profesora de Cardenal Spínola CEU: “El impacto del cibercrimen aumentó en 2020 con motivo de la pandemia”

La docente ha colaborado con un capítulo sobre este asunto en el libro ‘Retos jurídicos ante la crisis del COVID-19’

SEVILLA (2021.02.11) El COVID-19 ha dado lugar a una nueva realidad que afecta a todos los sectores, que han tenido que cambiar de escenario, adaptarse a nuevas vías de comunicación y hacer frente a una serie de obstáculos y amenazas que hasta ahora no existían o no suponían un grave problema.

Es el caso del sector jurídico, que afronta nuevos desafíos en el ámbito del cibercrimen, sobre lo que ha escrito Silvia Verdugo -profesora de Derecho Penal del Grado en Derecho de Cardenal Spínola CEU y del Máster en Derecho Deportivo del Instituto de Posgrado CEU Andalucía– en el libro ‘Retos jurídicos ante la crisis del COVID-19’.

Imagen de archivo

Sobre cómo ha contribuido la pandemia y la situación que hemos vivido en el último año para que se haya producido una expansión de este tipo de ataques virtuales, la docente señala que “el cuasi obligatorio uso de las nuevas tecnologías a partir del mes de marzo ha sido determinante. Una de las medidas imprescindibles para evitar la expansión del virus era el aislamiento social. Las consecuencias a estas rápidas alteraciones y adaptaciones a nivel laboral, educativo, etc., hizo que todos aprendiésemos a comunicarnos mediante Internet, hacer deporte, impartir clases, trabajar y realizar un sinfín de actividades que, hasta antes de ese mes, pocos imaginaban que se podían realizar desde casa”.

En referencia a las transacciones económicas que se han multiplicado a raíz de este cambio de vida, indica que “quienes han tenido que adaptarse a las nuevas tecnologías y pagos por internet, son potenciales víctimas de verdaderos expertos o hackers en la comisión de delitos informáticos. Por ello, el impacto del cibercrimen en 2020 ha aumentado, incrementándose las ciberestafas, los daños informáticos, la interferencia ilegal de datos, el descubrimiento de secretos o secuestros de información empresarial, ciberacosos, grooming, extorsiones y variados delitos contra las personas especialmente, por la publicación de imágenes y vídeos. Además de todo ello, señalaría como otro grave problema la piratería para obtener programas informáticos vulnerando propiedad intelectual e industrial”. 

Imagen de archivo

En el capítulo habla sobre las ciberestafas, los ataques informáticos, los secuestros de información… Amenazas que, al contrario de lo que algunos piensan pueden afectar a todos, no solo a personas famosas o grandes directivos. En este sentido, recalca que “a la hora de realizar un pago es donde los delincuentes están al acecho de una víctima ingenua o con pocos conocimientos de informática que, al mínimo error, abrirá su puerta a información personal y bancaria, que puede suponer el vaciado de una cuenta bancaria o transferencia de fondos e incluso la suplantación de identidad”.

Profundizando en esta cuestión, Silvia Verdugo alerta de que “el ciberespacio abre un mundo a la Deep Web o Internet Profunda, donde es posible encontrar sicarios, números de tarjetas bancarias, compra y venta de armas, personas, drogas y una infinidad de transacciones bancarias que, en los últimos tiempos, se manejan libremente en el ciberespacio sin una regulación legal efectiva acorde a los tiempos que corren: es una tarea urgente que está pendiente”.

“Estamos en el siglo XXI absolutamente distinto a como lo imaginaban los expertos -afirma-. Nos dirigimos hacia nuevos desafíos y al necesario uso del Internet para realizar casi cualquier actividad diaria. Y también un papel importante lo tendrá -si aún no lo tiene ya en muchos lugares- la Inteligencia Artificial. Por ejemplo, el uso de robots para acompañar al ser humano en su rutina traerá un papel importante de estos a futuro, cercano”.

Formación especializada

Los profesores del Grado en Derecho de Cardenal Spínola CEU trabajan de forma coordinada para que los alumnos conozcan y se formen en esta realidad, ya que son los futuros juristas del siglo XXI. “Es una tarea compleja buscar un equilibrio entre lo que es el estudio del Derecho ‘clásico’ en libros y códigos ‘de papel’, frente a los cada vez más comunes libros y códigos en internet. Asimismo, llevamos a cabo la realización de juicios presenciales y adaptaciones a formatos de ciber-audiencias, o prácticas, redactando contratos tan básicos como el de compraventa, por ejemplo. De esta forma, especialmente a causa de la pandemia, se ha profundizado por parte de todo nuestro equipo docente en problemáticas como el teletrabajo, formas de contratación online, el intercambio comercial internacional, las normas y tratados internacionales -a veces en idiomas y lenguaje jurídico distinto-, las garantías constitucionales en torno al uso de las tecnologías…”

Imagen de archivo (actualmente las clases de Cardenal Spínola CEU no son presenciales)

Todo ello, basándose en unas leyes actuales que, especialmente en España, son de hace ya unos años: «la Constitución Española vigente es de 1978, el Código Penal con las reformas más importantes fue en 2015… Y estas normas deben adaptarse a los nuevos tiempos. Por ello, nosotros buscamos transmitir a los jóvenes de la mejor forma posible la manera de adaptar las normativas existentes a los nuevos problemas sociales”, puntualiza la docente.

“En el caso del Derecho Penal, gracias a la plataforma Teams que utilizamos en Cardenal Spínola CEU para la realización de docencia online, se ha contado con la participación de juristas durante las clases para acercar a los alumnos a cómo se están llevando actualmente la investigación de nuevos delitos y juicios mediante el uso de las nuevas tecnologías. También se han mostrado portales web de distintos organismos públicos y privados, así como películas, reportajes y otros documentos que ayudan a acercar el Derecho a los estudiantes, siempre velando por mantener la calidad y estándares de un jurista CEU que marque la diferencia cuando empiece a ejercer”, concluye.