SEVILLA (2020.12.04) El Día Internacional del Voluntariado se celebra cada año el 5 de diciembre, destacando la labor que llevan a cabo miles de personas alrededor de todo el mundo de forma desinteresada para mejorar la vida de otros.
Este año se pondrá en valor especialmente al trabajo realizado durante la pandemia en diferentes frentes, desde el ámbito sanitario al asistencial, subrayando la importancia de la figura del voluntario en un contexto como el que estamos atravesando, en el que la solidaridad puede transformar las vidas de muchas personas.
En CEU Andalucía siempre se ha trabajado en esta dirección, inculcando en los alumnos de todos sus centros educativos una serie de valores y virtudes cristianas que le hacen sentirse parte de la solución, asumiendo un papel de servicio a la sociedad, fundamental en estos tiempos.
Durante los meses de confinamiento, el Servicio de Voluntariado y Acción Social de CEU Andalucía –cuyo coordinador es Manuel Martínez Ortega– sirvió de cauce para sumar iniciativas, difundir acciones y activar tareas en beneficio de la comunidad. En esos momentos, los voluntarios estuvieron permanentemente informados de las diversas opciones posibles para colaborar e involucrarse en determinadas causas.
Pero antes de que llegase el COVID-19, desde CEU Andalucía siempre se ha puesto en marcha al inicio de cada curso un potente programa de Voluntariado, invitando a los alumnos a participar en proyectos que, sobre todo, impulsan acciones en el ámbito educativo en zonas desfavorecidas de Sevilla.
Este año, “dentro de nuestra obra social Red de apoyo a la educación -y a tenor de las circunstancias- hemos ofertado 25 plazas de apoyo escolar y acompañamiento en ocio y tiempo libre en diferentes lugares, como La Parroquia Jesús Obrero de Las 3.000 Viviendas, Paxis Inclusión, en Umbrete y Sevilla, con personas con diversas discapacidades. La acción consiste en apoyo escolar en las diversas asignaturas de alumnos de primaria, acompañamiento en meriendas y en excursiones o salidas diversas por la ciudad o su entorno”, explica el coordinador. También se irán ofreciendo, una vez así lo posibilite la situación sanitaria, nuevas oportunidades de voluntariado para toda la Comunidad de CEU Andalucía en nuevos campos, así como a nivel internacional.
“La educación es el motor del cambio”
Respecto a cómo ha afectado el COVID-19 a la puesta en marcha de determinados proyectos o a la implicación de los voluntarios, señala que “esta pandemia ha provocado en muchas personas una cierta reclusión mental, una especie de confinamiento interno. El no poder elaborar proyectos debilita la esperanza. Lo que sí he notado es que los jóvenes voluntarios actualmente son más incondicionales que otros años, dado que todas estas circunstancias les han hecho tomar mayor conciencia de las necesidades de los demás».
Los estudiantes son conscientes de que la educación es el motor del cambio, contar con una base académica resultará determinante en la vida de esos niños que, por circunstancias, tienen una serie de limitaciones en cuanto a su formación. Y todos los voluntarios de CEU Andalucía, que se comprometen con alguno de estos proyectos, reconocen que reciben mucho más de lo que dan, que aunque al principio tienen ciertas reticencias luego se alegran mucho de haberse decidido y que entablan una serie de vínculos con las personas que ayudan -especialmente con los niños- que suponen un punto de inflexión en sus vidas.
“El voluntariado ofrece un horizonte de futuro inmediato lleno de esperanza para quienes participan y para los que reciben la ayuda. Ser voluntario es tener un proyecto de vida para uno mismo y para los demás, lo que posibilita salir de nuestro confinamiento interior abriéndonos al otro -aunque sea con mascarilla-“, afirma Manuel Martínez.
