Este año, gracias al hecho de haberse desarrollado en formato virtual -debido a las actuales circunstancias sanitarias-, han participado más de 3.000 personas
SEVILLA (2020.11.18) Se ha celebrado la vigésimo segunda edición del Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y el CEU, cuyo lema ha sido: ‘El momento de defender la vida’. Este año, debido a las actuales circunstancias sanitarias, pudo seguirse en formato online, lo que ha permitido que hayan participado más de 3.000 personas.
Como destacaban desde la organización días previos a la celebración del Congreso: “la vida humana, en función de su valor único e indiscutible, debe ser protegida en todas sus etapas, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural (…)”.
Cuestiones como el cuidado de la vida y la profesión médica, el panorama y las previsiones demográficas en la España de hoy, la defensa del derecho a la vida y proteger y realzar el carácter sagrado de la vida fueron los principales temas que se abordaron a lo largo de los tres días, interviniendo representantes políticos y expertos que aportaron sus puntos de vista sobre estos temas.
Además, se llevaron a cabo talleres, en los que se desarrollaron diversos asuntos, como el abismo demográfico español, la maternidad y su promoción, la eutanasia y los cuidados paliativos, la defensa de la vida y los jóvenes, la defensa de la vida en los medios de comunicación, la familia y las políticas familiares, la defensa del “nasciturus” y cuidar la vida y amparar al débil en la Iglesia, desde una perspectiva histórica.
Durante su clausura, en la que intervinieron el presidente de la ACdP y del CEU, Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera; el vicepresidente de la ACdP, José Masip Marzá y el director del Congreso, Rafael Sánchez Saus, se dio a conocer el Manifiesto del Congreso.
El Manifiesto plantea un “Sí” a la vida desde la concepción hasta la muerta natural. Por ello, pronuncia un “Sí a la vida humana del concebido no nacido”, un “Sí a la maternidad”, un “Sí a la familia”, un “Sí a la vida en momentos de vulnerabilidad”, un “Sí al Evangelio de la vida”, un “Sí a la vida en los medios de comunicación” y un “Sí a la cultura de la vida”, desgranado cada uno de estos puntos, aportando argumentos y razones y finalizando con el siguiente mensaje: “En conclusión, frente a la cultura de la muerte y superándola, nos declaramos Vividores, con mayúscula: apasionados descubridores y defensores de la belleza, del misterio, del significado y del milagro presentes en cada vida humana”.
