SEVILLA (2020.11.09) El Colegio CEU San Pablo Sevilla ha reforzado su estructura organizativa para el curso 20/21, con el objetivo de ofrecer la mejor atención a los alumnos y a sus familias, especialmente en este año en el que las circunstancias sanitarias lo están condicionando todo.
Andrés Contreras se ha incorporado como secretario de Administración del centro y lo asume como un gran reto. “Desde un primer momento consideré este puesto con mucho respeto. Atender día a día los requerimientos de una comunidad educativa de más de 1.000 alumnos, y unos 100 empleados directos exige un grado de compromiso alto, y más cuando estás en un centro de la Fundación San Pablo Andalucía CEU”, explica.
En este sentido, destaca que concibe el colegio “como un conjunto personas con sus enriquecedoras individualidades, pero todos bajo un ideario común que pone a las personas en el centro de toda su actividad: Los alumnos, que son nuestro futuro, son educados en los principios y valores del humanismo cristiano, desarrollando el espíritu crítico y su inclinación hacia la construcción de un mundo mejor; los docentes, que son los ejes de transmisión de todos los conocimientos, las habilidades y de gran parte de las actitudes que trasmitimos a los alumnos; el personal de administración y servicios, que dan soporte a la actividad docente y, con su vocación de servicio, hacen día a día que el engranaje del colegio funcione perfectamente”.
“Somos ejes de transmisión de los valores del humanismo cristiano”, insiste. Las familias que acuden al Colegio CEU San Pablo Sevilla lo hacen no solo por su excelente nivel académico o sus instalaciones, sino que también buscan un centro que complete la formación en valores que los niños reciben en casa. “Somos un centro católico y, como se recoge en nuestro ideario educativo, nuestra escuela es un medio privilegiado para la formación integral del hombre, en cuanto que ella es un centro donde se elabora y se transmite una concepción específica del mundo, del hombre y de la historia. Tampoco podemos olvidar que son señas de identidad de nuestro colegio la excelencia, el rigor académico, fomento del bilingüismo, fomento de la innovación, la formación integral y personalizada, inspiradas en el humanismo cristiano, y comprometida con la sociedad a la que sirve”, apunta.
Una gran familia
A pesar de sus dimensiones, el Colegio CEU San Pablo Sevilla es una gran familia que, año tras año, incrementa sus miembros con la llegada de nuevos alumnos. “Junto a ellos, sus familias, el personal docente y el personal no docente, así como el que nos presta apoyo de todo tipo desde la Fundación, se compone de una gran maquinaria -con muchos engranajes- que funciona bien gracias al desempeño, la ilusión y la calidad profesional de todos ellos”, asevera Andrés Contreras. En su nuevo puesto, atiende las demandas de las familias con un trato cercano y procurando dar una pronta respuesta, “en la actualidad, la mayor preocupación es la repercusión que tiene la pandemia en nuestro centro educativo, y las medidas tomadas para reducir el riesgo de contagios dentro del Colegio. Desde el mes de junio hasta ahora se han implementado muchas medidas que, en conjunto, conforman nuestro protocolo de actuación para prevenir y para actuar en caso de que aparezca algún caso confirmado o, simplemente, un posible caso. Lógicamente, todas estas medidas y protocolos se ejecutan sin alterar todas las actividades académicas del centro, que han tenido que adaptarse a los protocolos COVID-19 establecidos”, resalta.
Ahondando en esta cuestión, comenta que “el inicio de este curso ha estado marcado por la emoción de todos los que éramos testigos de ver comenzar de nuevo la actividad docente presencial, tras un periodo de teleformación que comenzaba en el mes de marzo y se extendía hasta el final del curso pasado. Atrás quedaba la gestión exitosa y la decidida colaboración de todos -alumnos, familias, docentes, no docentes, áreas de la Fundación…- a raíz de la declaración del estado de alarma en marzo pasado. La utilización de medios digitales se generalizó y fue todo un éxito, y este éxito había que continuarlo en este curso”.
Sobre cómo se afronta, Andrés Contreras recuerda que “las autoridades sanitarias y educativas determinaron que el curso académico 2020/2021 sería presencial. Por ello, en el mes de junio pasado comenzamos la preparación del curso, donde se hacía necesaria la creación de un equipo de trabajo para la elaboración de unos protocolos que aspiraban, no solo a cumplir las normas establecidas, sino a llegar un poco más allá, proponiendo criterios de prudencia muy exigentes”.
Sin duda, “esta situación ha propiciado un replanteamiento de muchos procesos que se venían realizando desde hace años, pero que había que adaptarlos a nuestro objetivo global de reducción de los riesgos frente al COVID-19. Se han modificado las entradas y salidas, la organización del comedor y de las aulas, así como de otros espacios educativos, se han sectorizado los recreos, se ha dotado a todo el edificio de dispensadores de gel hidroalcohólico, etc. Y, sobre todo, se ha llevado una labor de mentalización y concienciación entre todos los alumnos para que las recomendaciones de prevención frente al COVID-19 sean interiorizadas por todos”, indica.
Por último, señala que uno de los grandes alicientes que tiene el personal del centro en su día a día es conseguir que “el paso de los alumnos por el Colegio sea determinante en sus vidas y en las de sus familias, y que así lo valoren. Debemos recordar que, para dar respuesta a las necesidades de desarrollo profesional y personal, una vez que nuestros alumnos finalicen su educación en el Colegio, otros centros de la Fundación – Centro Universitario, Centro de Estudios Profesionales, Posgrado, Instituto de Idiomas, Instituto de Oposiciones… – estarán esperándolos para que puedan seguir creciendo con nosotros”.
