“Cuando hablas de Cardenal Spínola CEU, hablas de una gran familia, donde la empatía y el acompañamiento marcan la diferencia”

Rafael Barea, nombrado responsable del área de Optimización del Sistema de Garantía de Calidad, Alumnos y Nuevos Proyectos del Centro de Estudios Universitarios de CEU Andalucía

SEVILLA (2020.09.17). Cardenal Spínola CEU inicia el curso 2020/2021 con muchas novedades, entre las que está la creación del área de Optimización del Sistema de Garantía de Calidad, Alumnos y Nuevos Proyectos, cuyo responsable es Rafael Barea Colorado.

Entre las funciones que llevará a cabo este departamento, Rafael Barea destaca “las competencias relacionadas con tres pilares fundamentales: en primer lugar, todo lo relacionado con la Calidad de los cinco títulos universitarios que se imparten en Cardenal Spínola -como centro adscrito a la Universidad de Sevilla-, en cuanto a renovación de acreditación, sistema de evaluación y satisfacción de todos los colectivos, documentación, colaboración con las distintas comisiones respecto a la elaboración y entrega de los autoinformes y planes de mejora, etc. En segundo lugar -como resultado del encuentro de equipos directivos celebrado en Ávila-, se acordó poner en marcha en la Fundación San Pablo Andalucía el proyecto de mentorización, con el que ya contaban otros centros CEU y cuya finalidad tiene una doble vertiente: por un lado, la de ayudar a nuestros estudiantes de nuevo ingreso a sentirse acompañados por alumnos veteranos (de 3º y 4º curso) que les ayudarán a resolver todas las dudas y dificultades surgidas en cuanto a su integración universitaria; y, por otro, que nuestros estudiantes de 4º de Grado puedan formarse y conocer cómo realizar la inserción laboral de manos de nuestros Alumni (antiguos alumnos CEU). Por último, gestionaremos todo lo relacionado con el impulso de los nuevos proyectos que desde Cardenal Spínola se aprueben y haya intención de lanzar”.

Atención personalizada al alumno

Una de las señas de identidad de CEU Andalucía, y más concretamente de Cardenal Spínola, es el acompañamiento personalizado a los alumnos por parte de los profesores. En referencia a esta cuestión, Rafael Barea insiste en que “cuando hablas de CEU, hablas de una gran familia donde la cercanía, la empatía, el acompañamiento y la preocupación marcan la diferencia con respecto a otras instituciones educativas”.

Imagen de archivo

Esta característica cobrará especial importancia este año, dadas las circunstancias. “En los tiempos que atravesamos, este tipo de acompañamiento es fundamental y se hace necesario. El alumno que viene a Cardenal Spínola CEU, no busca solo la obtención de un título universitario, sino que viene atraído por la cercanía que encuentra en sus profesores y en su personal no docente y también por los valores, que marcan la diferencia”, destaca.

Y, sin duda, esta atención individualizada influye en su formación global, “los prepara para vivir y enfrentarse con madurez al mundo que hoy día nos está tocando vivir. Asimismo, ayuda a potenciar el talento de nuestros estudiantes, sujeto a una serie de responsabilidades y obligaciones. Este compromiso que adquirirán les hará participar de manera activa de un proceso de aprendizaje funcional que les ayudará a formarse como buenos cristianos y profesionales cualificados. Yo, como antiguo alumno, he tenido la fortuna de sentir ese trato, que hizo que la formación que recibí no fuera una preparación estándar, sino adaptada a las necesidades del momento y de mi situación personal. Pienso que el personal de Cardenal Spínola -docente y no docente- realiza una misión educativa al servicio de la comunidad y eso es lo que nos hace diferentes”, señala.

Clases semipresenciales

La semipresencialidad será una nueva realidad en este curso. La combinación de clases presenciales y digitales será una de las medidas que se asumirán para mantener la seguridad de Cardenal Spínola CEU. “Teniendo en cuenta que la nueva normalidad nos obliga a cambiar muchas de las cosas que antes veníamos desarrollando de una determinada manera, me planteo la semipresencialidad como un punto de inflexión en nuestro sistema educativo. El docente y el alumno deberán valerse de estos requisitos para ser capaces de crear un nuevo modelo de enseñanza personalizado. Se conjugarán paralelamente los recursos que veníamos utilizando en la presencialidad con los llamados recursos tecnológicos, que ya estaban insertos en nuestros proyectos y planes docentes, pero no de la forma que deberán estar de manifiesto a partir de esta nueva realidad”, explica el responsable del área de Optimización del Sistema de Garantía de Calidad, Alumnos y Nuevos Proyecto de Cardenal Spínola CEU.

Sobre cómo influirá este nuevo formato en el día a día del estudiante y del docente, Rafael Barea comenta que “le aportará grandes beneficios, como la posibilidad de mejorar el desarrollo de las competencias digitales y personales, unido -por supuesto- a una mayor implicación por parte de ambos colectivos, haciendo que seamos capaces de establecer desafíos en cuanto a la forma de organizarnos, la autodisciplina, la rutina de organización y gestión del tiempo, etc.”

En este punto, destaca la firme apuesta de Cardenal Spínola CEU para poder llevar a cabo este modelo de enseñanza, ya que “todos los implicados en este proceso deben contar con una serie de recursos tecnológicos en aras de garantizar que no se generen desigualdades tecnológicas. Para ello, se ha creado la figura de los Embajadores Digitales y se realiza el estudio de situaciones particulares de nuestros estudiantes, garantizando así una educación semipresencial de calidad al alcance de todos”.

Insiste Rafael Barea en que los cambios que se han sucedido en los últimos meses a nivel educativo “han sido muy positivos para todos y cada uno de nosotros, nos han ayudado a madurar digitalmente, así como a ganar en autonomía y en aspectos relacionados con la toma de decisiones. Es verdad que no está siendo un periodo fácil para nadie, y que la adaptación nos ha constado a todos, pero creo que a lo largo de todo este tiempo hemos aprendido que existe una forma de educación práctica, que va más allá de la utilización del libro de texto y del cuaderno. Es una educación en donde los entornos digitales son la clave de la transmisión del conocimiento y donde, tanto el profesor, como el alumno, son agentes activos del propio aprendizaje … Dicho de otra manera, son motor de cambio en esta era tecnológica”.