Felipe García de Pesquera, profesor de Cardenal Spínola CEU: “Con la implantación del teletrabajo, es fundamental que las empresas restrinjan el acceso a la información”

SEVILLA (2020.07.09) Parece que el teletrabajo ha llegado para quedarse, ya sea para convertirse en opción única o para dar lugar a una combinación con la presencialidad. Tras unos meses en los que ha sido la única vía para continuar con las obligaciones laborales, algunas empresas han optado por alargarlo hasta después de verano y, tras esa fecha, aún no está claro si se mantendrá ciertos días a la semana.  

Ante este nuevo panorama, la preocupación de las empresas por la protección de datos y todos los inconvenientes que -en este ámbito- pueden surgir, se ha acrecentado.  

El doctor en Derecho y profesor de Cardenal Spínola CEU, Felipe García de Pesquera, explica que “la Asociación Española de Protección de Datos (AEPD) ha publicado recientemente unas recomendaciones dirigidas a los responsables del tratamiento sobre las implicaciones que puede tener el teletrabajo en este sentido”. Avisa de que “el principal problema que se presenta es que es muy fácil que, si no se utilizan aplicaciones de garantía, se produzcan brechas de seguridad que permitan el acceso a datos personales de los trabajadores por terceras personas que no sabemos bien qué intereses tienen y qué uso, o abuso, pueden hacer de estos datos”. 

Respecto a qué pueden hacer las empresas -por un lado- y los trabajadores -por otro- para asegurar esa protección, el docente recuerda que “hay que elegir muy bien estos proveedores de servicios que, al tener la consideración de encargados de tratamiento, deben firmar un contrato que cumpla con los requisitos del artículo 28 RGPD. Estos proveedores deben garantizar la privacidad de los datos, su integridad, confidencialidad y seguridad”. 

En esta nueva situación, señala que “es fundamental -aún más- restringir el acceso a la información, ya que se usarán multitud de dispositivos y desde ubicaciones muy diferentes. Los trabajadores, docentes y alumnos –en el caso de CEU Andalucía- se conectarán normalmente desde sus casas pero también pueden estar en la playa, en casa de sus abuelos, amigos… Es necesario configurar previamente y actualizar los servidores y dispositivos para garantizar que se acceda a la información pertinente en función del perfil y rol de quien accede”. Con esto, se refiere a que “los portátiles deben usar exclusivamente aplicaciones legales y actualizadas, software, antivirus y cortafuegos originales y actualizados. No todas las aplicaciones que permiten el acceso remoto cumplen  la normativa de protección de datos”, insiste. 

Por tanto, no toda la responsabilidad recae en la empresa, sino que el trabajador debe estar concienciado y actuar de forma responsable, “los usuarios deben usar software original, cambiar contraseñas, no conectarse en lugares públicos, dificultar el acceso de terceros a nuestras pantallas y, sobre todo, si se tienen sospechas de un acceso no autorizado a su dispositivo o nota cualquier anomalía en su funcionamiento, debe comunicarlo lo antes posible al delegado de Protección de Datos (DPD) o al responsable de seguridad de la empresa”. 

En referencia al rol del empleado en esta nueva situación de teletrabajo, Felipe García de Pesquera alude también al término «desconexión digital», referido al derecho del trabajador a no estar permanentemente conectado, respetando su horario laboral, “algo  contemplado en la vigente LOPD de 2018,  de manera que una vez finalice la jornada, debe cerrar la sesión de acceso remoto y apagar o bloquear el dispositivo”. 

Capacitación digital en el Grado en Derecho de CEU Andalucía 

Felipe García de Pesquera forma parte del equipo docente del Grado en Derecho de Cardenal Spínola CEU –centro adscrito a la Universidad de Sevilla-, una titulación que tiene como objetivo capacitar al alumno para ejercer una profesión con múltiples salidas, que requiere una alto nivel de especialización. 

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El programa formativo presta especial atención a la transformación digital, ya que es imprescindible que los estudiantes adquieran competencias en este ámbito, que les permitan afrontar con mayores garantías de éxito su incorporación al mundo laboral. El enfoque del que parte  es que su formación tiene que evolucionar con los tiempos y esa digitalización forma parte intrínseca de los cambios constantes que se producen en el mundo. Si el desempeño de la profesión va a ser forzosamente tecnológico, también lo ha de ser su preparación.  

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Por esa razón, desde 1º curso, los alumnos cuentan con formación especializada en este tema a través, no solo de la teoría impartida en clase, sino de conferencias de expertos que les acercan la nueva realidad de la profesión.  

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