CEU Andalucía apuesta cada semana por uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible
SEVILLA (2020.05.05). CEU Andalucía lleva adelante la iniciativa: “Los ODS, 17 objetivos – 17 semanas en CEU Andalucía”. Con ello, se ahonda en cada uno de los 17Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS, vinculados a la Agenda 2030. En esta semana se plantea el cuarto de los ODS, Educación de calidad. Los ODS suponen una llamada de atención a todos para hacer posible un mundo mejor, para que se impulsen acciones e iniciativas que ayuden a mejorar la salud y el bienestar, la apuesta por una educación de calidad, el trabajo en condiciones favorables y el crecimiento económico, la reducción de las desigualdades, el consumo responsable… Cada objetivo se irá desarrollando a lo largo de las próximas semanas.
Junto a la finalidad y objetivos del número 4 de los ODS, dedicado a la “Educación de calidad”, se indican algunos aspectos relacionados con iniciativas de CEU Andalucía, con una comunidad educativa de más de 4.200 personas que se suman a las más de 30.000 de CEU a nivel nacional. También se ofrecen algunas reflexiones del Papa Francisco, así como datos y contenidos que emanan de los documentos oficiales de Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenibles vinculados con la Agenda 2030.
CEU Andalucía, una educación de calidad en plena transformación digital
Desde hace más de sesenta años, el Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU ofrece una formación de calidad a los más de 25.000 alumnos que en estos años han pasado por sus aulas, de donde ha salido más del 50 % de los claustros de los colegios de Sevilla. En la actualidad, el Centro Universitario ofrece los Grados de Educación Infantil y Educación Primaria y el Máster Universitario en Profesorado en Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas, además de los Grados en Derecho y en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Relacionado con los ODS, cabe destacar el proyecto impulsado por profesor del Cardenal Spínola CEU, Francisco Pérez, titulado “Desarrollo de la Competencia Digital Docente en la formación de maestros: un proyecto interdisciplinar en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030”-.
El Centro de Estudios Profesionales CEU, que -entre otros- ofrece el Ciclo Superior de Educación Infantil, cumple este año sus 25 años de vida. En la actualidad, cuenta en su oferta académica con más de veinte Ciclos Superiores en las áreas de Educación, Deporte, Empresa, Salud y Tech.
El Colegio CEU San Pablo Sevilla, con más de mil alumnos y ocho años de vida, posee desde hace tres años unas nuevas instalaciones que -en la actualidad- se están ampliando para acoger el Bachillerato que comenzará en el curso 2021-2022. También forman parte de la comunidad educativa de CEU Andalucía, el Instituto de Posgrado y los Institutos de Idiomas y Oposiciones, junto a la Vniversitas Senioribus, para aprender disfrutando.
CEU Andalucía es una comunidad educativa que se abre a la sociedad y que colabora en multitud de iniciativas solidarias en Sevilla a través de sus voluntarios, con su obra social Red de Apoyo a la Educación, que durante los últimos quince años ha atendido a más de 9.000 niños en riesgo de exclusión social, y que en la actualidad extiende sus iniciativas en Ayacucho, Perú . Allí, de la mano de su Arzobispo, se han puesto en marcha varias iniciativas para colaborar en la formación de alumnos de colegios diocesanos con graves dificultades económicas y sociales, contribuyendo a mejorar las instalaciones, así como en áreas de psicomotricidad, formación continua y apoyo escolar.
CEU colabora con Scholas Occurrentes, la organización educativa del Papa Francisco, promoviendo varias iniciativas como “Scholas Ciudadanía Universitario”, que pretende generar un espacio común, donde la procedencia de diversas carreras universitarias enriquezca el diálogo multidisciplinar en la creación de proyectos que mejoren la realidad social
El Papa Francisco, una palabra de vida
El Papa Francisco mantiene que la educación es esencial para crear un mundo mejor. Por ello, impulsa entre otras iniciativas, ScholasOccurrentes, una organización Internacional de Derecho Pontificio, presente en 190 países y que, a través de su red, integra a más de 500.000 instituciones y redes educativas de esos países. Su misión es lograr la integración de todos los alumnos del mundo a través de propuestas tecnológicas, deportivas y artísticas que promueven la educación desde la cultura del encuentro.
El Papa Francisco ha reiterado en muchas ocasiones que para que exista una educación de calidad e integral necesita ser colaborativa, equitativa y debe inducir a la Verdad y la Belleza. Por ello, insiste en que “pensar en la educación es pensar en las generaciones futuras y en el futuro de la humanidad; por lo tanto, es algo que está profundamente arraigado en la esperanza y requiere generosidad y valentía”. El Papa insiste en que es necesario “unir esfuerzos para alcanzar una alianza educativa con vistas a formar personas maduras, capaces de reconstruir el tejido relacional y crear una humanidad más fraterna” (febrero 2020, Pontificia Academia de Ciencias Sociales).
El Papa subraya que no es solamente trasmitir conceptos, sino que es una labor que exige que todos los responsables de la sociedad – familia, escuela e instituciones sociales, culturales, religiosas – se impliquen en ella de forma solidaria: “Una de las formas fundamentales de mejorar la calidad de la educación a nivel escolar es conseguir una mayor participación de las familias y las comunidades locales en los proyectos educativos. Estas son parte de esa educación integral, puntual y universal”.
Una de las claves de una educación de calidad es la integración de lo que el Santo Padre llama «el lenguaje de la cabeza con el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos». Esto quiere decir “que una persona piense lo que siente y lo que hace, sienta lo que piensa y lo que hace, haga lo que siente y lo que piensa”.
“Al fomentar el aprendizaje de la cabeza, del corazón y de las manos, la educación intelectual y socioemocional, la transmisión de los valores y las virtudes individuales y sociales, la enseñanza de una ciudadanía comprometida y solidaria con la justicia; y al impartir las habilidades y el conocimiento que forman a los jóvenes para el mundo del trabajo y la sociedad, las familias, las escuelas y las instituciones se convierten en vehículos esenciales para el empoderamiento de la próxima generación“, dijo el Papa Francisco.
El Papa Francisco resalta también la necesidad de reconocer la labor de los docentes que “ante el desafío de la educación siguen adelante con valentía y tesón”. Son los artesanos de las futuras generaciones, y destacó que “con su saber, paciencia y dedicación van transmitiendo un modo de ser que se transforma en riqueza, no material, sino inmaterial”. “En el nuevo pacto educativo, la función de los docentes, como agentes de la educación, debe reconocerse y respaldarse con todos los medios posibles”, destacó en su discurso de febrero de 2020 en la Academia
Por todo ello, indicó el Papa Francisco que es importante llegar a los niños que no tienen oportunidades de aprendizaje, y destacó la importancia de fomentar la educación de los jóvenes refugiados e inmigrantes alrededor del mundo. Aseverando que “se deben abordar los efectos de la creciente desigualdad y el cambio climático en la educación, así como las herramientas para revertir los efectos de ambos y afianzar las bases para una sociedad más humana, más sana, más equitativa y feliz”.
El Pacto Global por la Educación, de mayo a octubre de 2020
El Global Compact on Education, encuentro promovido por el Papa Francisco para reavivar el compromiso por y con las generaciones jóvenes, tendrá lugar finalmente entre el 11 y el 18 de octubre de 2020. Las motivaciones están relacionadas con la incertidumbre vinculada a la propagación mundial del Coronavirus lo que ha hecho postergar el evento de mayo a octubre de 2020. La Congregación para la Educación Católica indica que la adhesión al Pacto se firmará el 15 de octubre. El evento, encomendado a este Dicasterio Vaticano, denominado, la «Aldea de la Educación», presentará las mejores experiencias educativas internacionales, ilustradas por jóvenes estudiantes procedentes de todo el mundo.
Este Pacto Global por la Educación no se limita a las instituciones escolares y académicas, sino que, con la convicción de que el compromiso educativo debe ser compartido por todos, involucra a representantes de las religiones, organismos internacionales y diversas instituciones humanitarias, del mundo académico, económico, político y cultural. El Papa Francisco insiste en que “busquemos juntos las soluciones, iniciemos procesos de transformación sin miedo y miremos hacia el futuro con esperanza. Invito a cada uno a ser protagonista de esta alianza, asumiendo un compromiso personal y comunitario para cultivar juntos el sueño de un humanismo solidario, que responda a las esperanzas del hombre y al diseño de Dios”.
¿Qué objetivos se plantean para el año 2030 para ofrecer educación de calidad para todos?
Una educación de calidad es la base para mejorar nuestra vida y el desarrollo sostenible. Además de mejorar la calidad de vida de las personas, el acceso a la educación inclusiva y equitativa puede ayudar a abastecer a la población local con las herramientas necesarias para desarrollar soluciones innovadoras a los problemas más grandes del mundo. En la actualidad, más de 265 millones de niños y niñas no están escolarizados y el 22% de estos están en edad de asistir a la escuela primaria. Sin embargo, en los últimos años se han producido importantes avances con relación a la mejora de su acceso a todos los niveles y con el aumento en las tasas de escolarización, sobre todo, en el caso de las mujeres y las niñas. También se ha mejorado en gran medida el nivel mínimo de alfabetización.
Entre otras, las razones de la falta de una educación de calidad son; la escasez de profesores capacitados y las malas condiciones de las escuelas de muchas zonas del mundo, así como las cuestiones de equidad relacionadas con las oportunidades que tienen niños y niñas de zonas rurales. Para que se brinde educación de calidad a los niños de familias empobrecidas, se necesita invertir en becas educativas, talleres de formación para docentes, construcción de escuelas y una mejora del acceso al agua y electricidad en las escuelas, todos estos son retos asumibles y necesarios.
Un dato indicativo de los pasos dados en la actualidad resaltar que la matriculación en la enseñanza primaria en los países en desarrollo ha alcanzado el 91%, pero, sin embargo, todavía 57 millones de niños en edad de escolarización primaria siguen sin asistir a la escuela, de ellos más de la mitad viven en el África Subsahariana. En zonas de conflictos los niños que no asisten a la escuela primaria crecen hasta el 50%. Un dato importante a tener en cuenta de cara al desarrollo es que 617 millones de jóvenes en el mundo carecen de los conocimientos básicos en aritmética y de un nivel mínimo de alfabetización.
Metas para 2030
El objetivo, hasta el año 2030, es que todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos. Asimismo, asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria y aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento. Otro de los objetivos es asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad
Otros objetivos importantes son los vinculados con el acceso a contenidos teóricos y prácticos para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible
Un reto importante, en muchos casos pendiente, es el de construir y adecuar instalaciones educativas que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos. Además, es necesario aumentar el número de becas en todos los niveles y conocimiento, especialmente los técnicos, científicos y tecnológicos. Ello será posible si aumenta la oferta de docentes calificados, incluso mediante la cooperación internacional para la formación de docentes en los países en desarrollo.