SEVILLA (2020.04.13) La formación profesional es una de las opciones más valoradas por los jóvenes españoles a la hora de elegir una vía que les prepare para la incorporación al mundo laboral. La gran carga práctica que tiene y la posibilidad de completar los estudios en dos años hacen que muchos se decanten por este camino. 

Desde el Centro de Estudios Profesionales CEU Andalucía –con más de veinticinco años de existencia y miles de alumni-, en donde se ofrecen ciclos superiores en Educación, Deporte, Empresa, Salud y Tech, son conscientes de esta realidad, por ello se ha ido ampliando la oferta con el objetivo de responder a la alta demanda existente.  

Para entender bien cómo se estructura la formación que un estudiante de FP recibe, la profesora del CEP CEU Andalucía Sandra Rodríguez Montero indica que “un curso o ciclo de Formación Profesional se distribuye en dos cursos académicos, con una duración total de 2000 horas de formación. Cada ciclo tiene una organización modular, formada por áreas de conocimientos teórico-prácticos, en función de los diversos ámbitos profesionales. 

Dicha formación se completa con un período de formación práctica en centros de trabajo, a través del módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT), el cual se realiza una vez finalizado y superado el segundo curso. Consiste en la realización de prácticas en empresas y centros de trabajo, donde el alumnado podrá desarrollar y aplicar los resultados de aprendizaje que ha ido adquiriendo durante el ciclo formativo. Es de carácter obligatorio y tiene una duración de unas 370 horas aproximadas, que puede variar según el ciclo”. 

Respecto a la disposición que un alumno de FP tiene ante las prácticas, la profesora asegura que “es una etapa que esperan con muchas ganas, porque supone la finalización del itinerario formativo, y la afrontan con mucha ilusión porque significa que están capacitados para trabajar en una actividad profesional. Además, podrán completar los conocimientos y competencias adquiridas en el centro educativo, y, a su vez, conocerán de primera mano cómo es el funcionamiento de una empresa”.  

En este sentido, insiste en que durante esta etapa “el alumnado adquiere mayor madurez y experiencia, va a mejorar sus capacidades y competencias tanto a nivel personal, como profesional y eso le va a facilitar su inserción en el mundo laboral”. 

En referencia a lo que el alumno aporta a la empresa en la que realiza sus prácticas, indica que “se produce un intercambio de información entre la empresa y el sector educativo. Para la empresa, incorporar a alumnos, supone la renovación de conocimientos. Pueden conocer nuevas perspectivas, así como la aplicación y uso de nuevas tecnologías. La empresa, por su parte, se dotará de nuevos procedimientos e información actualizada aportada por el alumnado, ya que éste los ha adquirido a lo largo de curso. Nuestros alumnos son jóvenes creativos y con ganas de innovar”. 

Para concluir, Sandra Rodríguez destaca que, ante la situación en la que nos encontramos actualmente por la pandemia del Coronavirus “todo el equipo del CEP está trabajando muy duro para poder ofrecer a nuestro alumnado una alternativa que le aporte conocimiento real. Se están llevando a cabo numerosas reuniones desde Jefatura y Dirección con los diferentes coordinadores de ciclo para marcar las pautas de actuación y compartir ideas y propuestas. Por otro lado, son varias las empresas que están colaborando con nosotros, planteando algunas tareas para que el alumnado pueda realizar mientras dure esta situación, por lo que el aprendizaje se está llevando a cabo y el contacto directo con la empresa lo están teniendo, aunque no de manera presencial directa”.