Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos

El 18 de noviembre se celebra esta jornada que nos recuerda la importancia de no abusar de los medicamentos.

SEVILLA (2019.11.18). El Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos se celebra cada año, desde 2008, el 18 de noviembre. Impulsado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), el objetivo de esta jornada es recordar el peligro que supone hacer un uso incorrecto de los antibióticos sin prescripción médica y promover el consumo responsable.

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El problema reside en que las bacterias se vuelven resistentes y los tratamientos terminan siendo ineficaces, persistiendo la infección y pudiendo dar lugar a una propagación. El hecho de que las bacterias estén expuestas un tiempo incorrecto al antibiótico -de más o de menos- propicia que no se solucione el problema y que pueda derivar en algo más grave.

En este sentido, es importante destacar que cuando se receta un antibiótico, el médico indicará las dosis a tomar, las horas en las que deben hacerse las tomas y el periodo de tiempo en el que deberá completarse. Si no se siguen las pautas marcadas, es probable que no consigamos el resultado esperado.

Antonio Ayala, catedrático de bioquímica y biología molecular de la Universidad de Sevilla y profesor del Programa de Alta Dirección y Emprendimiento en Oficinas de Farmacia (PADEOF) del Instituto de Posgrado de la Fundación San Pablo CEU Andalucía, resalta la importancia de este día para concienciar sobre este problema. “Ante la pregunta de si en España se produce un abuso de medicamentos, la respuesta es definitivamente sí. Esto se debe principalmente a que los tratamientos farmacológicos no son personalizados, se recetan cajas; entonces existe la costumbre de que, si sobra, se guarda para su uso posterior”. Además, comenta que “antes, cuando se iba al médico de la Seguridad Social, directamente se pedía la receta que -en demasiadas ocasiones- se expedía sin que se examinara al paciente”. Aunque esta costumbre ha ido desapareciendo paulatinamente en los últimos años, aún no está erradicada completamente.

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Entre los riesgos que el uso indiscriminado de medicamentos -en general- y antibióticos -en particular- puede entrañar, Ayala subraya que “los medicamentos son compuestos que hay que eliminar, el cuerpo los metaboliza empleando para ello un sistema de detoxificación hepático que los hace solubles para su eliminación a través de la orina. Este sistema tiene sus efectos secundarios, cada vez que funciona nos daña un poco porque se generan una serie de radicales libres que pueden tener un efecto indeseado sobre nuestras biomoléculas. En el caso de los antibióticos, destruye el microbio que nos causa la enfermedad y, a la vez, nos destruye la microbiota del sistema digestivo, muy importante para mantener la salud y que habrá que reponer tras el tratamiento con la toma de probióticos”.

Para evitar que esto suceda, debemos evitar la automedicación, es habitual que si padecemos alguna dolencia que hayamos tenido en otra ocasión -como puede ser el caso de la gripe-, optemos por repetir el mismo tratamiento sin consultarlo con el profesional, éste es un grave error que puede retrasar la recuperación e incluso complicarla.

Para conseguir una mayor concienciación por parte de la sociedad, el profesor Ayala cree que sería útil “hacer campañas impactantes por televisión, al igual que se hacen con los accidentes de tráfico, ya que se llegaría a una parte de la población de mayor edad que no tiene acceso al mundo digital y que puede caer por costumbre en la automedicación”. Por parte de los profesionales, “lo único que se puede hacer es informar, informar e informar. Sería interesante que en los centros de salud haya trípticos o pantallas que emitan mensajes sencillos advirtiendo del peligro que supone el abuso del medicamentos y antibióticos”.