SEVILLA (18-02-15).- La Vniversitas Senioribus CEU ha acogido esta tarde una nueva sesión del foro Diálogos sobre Sevilla dedicado en esta ocasión al análisis de ‘La Sevilla posible’, de la mano de políticos que han desempeñado alguna responsabilidad en anteriores corporaciones municipales. El periodista Juan Miguel Vega ha moderado la mesa redonda en la que han participado Ricardo Villena, Paola Vivancos, Bernardo Bueno y Antonio Rescalvo, con la intervención inaugural del director general de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, Juan Carlos Hernández.
La tentación de la corrupción
Todos los ponentes han coincidido en reconocer que la política municipal es la que más satisfacciones ofrece al político, «si bien resulta la tarea más complicada», como se encargçode explicar Paola Vivancos. La que fuera concejal en varios mandatos con el Partido Andalucista ha entrado en el debate sobre la capacidad de los políticos para ser arrastrados por la corrupción con un argumento base: «los políticos han salido de la sociedad, y hay la misma proporción de corruptos que en la sociedad». En este aspecto, Bernardo Bueno ha subrayado que «al político hay que exigirle un plus de honradez más que alcomún de los ciudadanos, y ser político te obliga a adoptar una serie de precauciones».
Ricardo Villena, por su parte, ha afirmado que «el político lo lleva dentro, lo bueno o malo que vaya a pasar luego va con él». Por otro lado, el que fuera edil popular ha degfendido que «en un Ayuntamiento, en la política local, prácticamente no hay ideología. Porque -ha explicado- no existe ideología política para tener una ciudad limpia, segura y en la que funcionen todos los servicios».
El debate se ha centrado en la corrupción y Villena ha reconocido que «la vida política se ha judicializado en exceso, con la que eso conlleva para la imagen de quienes se dedican a la política». «Ya se cuentan los partidos por el número de imputados», ha añadido. Bueno, que ha estado 32 años en distintos cargos públicos del ámbito local, ha afirmado que en toda su trayectoria «nunca nadie me ha ofrecido dinero». Al respecto, Vivancos ha destacado que «los controles existen, pero lo que hay que hacer es poner gente honrada en los cargos». Antonio escalvo ha recordado los primeros mandatos de la democracia, «donde había mucho voluntarismo». En cambio, ha lamentado el hecho de que «hoy la política interesa al que gana poco o nada fuera de ella», y ha planteado los problemas que se derivan de la necesidad de financiación en los partidos políticos: «con las cuotas de los militantes no hay un partido político que salga adelante», ha subrayado.
La irrupción de Podemos
La irrupción de Podemos en el panorama político español también ha sido objeto de debate en esta mesa redonda. Rescalvo ha destacado que el hecho de que Podemos sea una alternativa hoy al poder «revela que la gente ya no es de un partido político u otro como puede ser del Betis o del Sevilla». Todos los ponentes han coincidido en destacar que el Ayuntamiento de Sevilla desde la llegada de la democracia es un ejemplo quizás extraño de que el bipartidismo no se cumple a rajatabla. «El borreguismo que hay en otros sitios a la hora de votar no ocurre tanto en Sevilla», ha apostillado Villena, que ha aprovechado para defender que la lista más votada sea la que tenga la responsabilidad de gobernar.
La Sevilla actual
El acto ha concluido con un análisis del estado actual de la ciudad. Paola Vivancos ha comentado que ve la ciudad «bastante plana». «Esta no es mi Sevilla posible, la mía -ha añadido- es más ambiciosa que la que hay hoy». En parecidos términos se ha expresado Bernardo Bueno,que ha echado en falta «entusiasmo, impulsos que seguir», hasta el puhnto que «el Ayuntamiento está languideciendo». En esta línea, ha puesto algunos ejemplos del área de Cultura: «no hay proyectos rompedores y a día dehoy tenemos 14.000 parados más que hace cuatro años».
Villenas, por su parte, ha defendido la tarea desempeñada por el equipo de Juan Ignacio Zoido al frente del consistorio sevillano y ha pedido consenso, «dejando de lado el callejeo político», para encarar con garantías de eficacia el gobierno en los temas fundamentales.