El Pintor de Batallas, Ferrer-Dalmau expone en Sevilla

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  • En la exposición organizada por el Círculo de Labradores de Sevilla colabora CEU Andalucía

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SEVILLA (2017.10.16) El Círculo de Labradores de Sevilla acogió la presentación de la exposición de Augusto Ferrer-Dalmau ‘En pintor de batallas’, muestra con la que ha colaborado CEU Andalucía. La exposición permanecerá abierta hasta el 20 de octubre puede visitarse en el Patio Central de la céntrica sede de Pedro Caravaca.

DSC_0430La exposición cuenta con varias obras del pintor Augusto Ferrer-Dalmau. Entre ellas y por primera vez, se puede observar su último cuadro ‘La Degollá‘. En el acto de inauguración participaron además del autor, el presidente del Real Circulo de Labradores, José López de Sagredo Camacho, al director general de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, Juan Carlos Hernández Buades, junto a la comisaria de la exposición, Maria Fidalgo Casares y la vocal delegada de Cultura del Círculo de Labradores, Rosario de Castro Camero.

Junto a directivos del Real Círculo de Labradores y de la Fundación San Pablo Andalucía CEU asistieron el general de División Carlos Palacios Zaforteza, jefe de Estado Mayor de la Fuerza Terrestre del Ejercito de Tierra, Pablo J. Castillo Bretón general – director de Enseñanza Ejército del Aire, así como otras personalidades sevillanas.

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Visitar esta exposición es una oportunidad de acercarse a la obra un artista único en su género, especialista en la temática histórico-militar de España. Quien ha dedicado gran parte de su vida en dar a conocer los avatares de los soldados de España de la mejor manera que él sabe hacer: pincel en mano.

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Pinceladas de un pintor realista del siglo XXI

La celebración de una exposición, en octubre de 2017, dedicada a la pintura de Augusto Ferrer-Dalmau en Sevilla, comisariada por Teresa Fidalgo en el Real Círculo de Labradores de Sevilla, se convierte en todo un acontecimiento al permitir dar a conocer a uno de los pintores más reconocidos actualmente en el plano nacional e internacional.

Un rápido repaso de su amplia biografía como artista nos deja ya expectante ante la grandeza de un genio vivo de la pintura realista española. Nacido en Barcelona el 20 de enero de 1964 en el seno de una familia de industriales textiles, cursó sus estudios en los Jesuitas de Sarria, y realizó sus primeras actividades laborales como diseñador textil, aunque su verdadera vocación fue ante todo la pintura al óleo. Sus primeras obras estuvieron dedicadas a las marinas, en las que ya daba muestra de su destreza narrativa, como la magnífica composición dedicada a Cadaqués (1995), recreando parajes naturales llenos de luz y colorido, convirtiendo el mar en escenario predilecto para relatar historias, en las que las goletas surcadas entre el ritmo violento de las olas se convierten en su motivo principal.

DSC_0338El contacto con la obra de Antonio López, como el propio pintor ha confesado en varias entrevistas, ha sido determinante en la configuración de su pintura -al contemplar el cuadro dedicado a la Gran Vía de Madrid-, lo que le hizo dedicarse definitivamente a la concepción realista como artista. De esta manera comenzó a concebir una pintura urbana, captando los ambientes urbanos de Barcelona, como el caso La Vía Layetana (1995) y La Rambla, o de Gerona. Los paisajes abiertos de grandes horizontes de perspectivas aéreas, el preciosismo de sus edificios, la atmósfera concentrada de sus escenarios le dan un ritmo narrativo excepcional.

A finales de la década de los años 90, el pintor barcelonés decide dedicarse al tema militar convirtiéndose en el verdadero retratista del ejército español. La recreación de los episodios épicos le llevaría a ser renombrado como el pintor de las batallas, por lo que alcanzaría una gran fama que ha llevado a que un gran número de sus cuadros estén actualmente repartidos, entre otros, por el Museo Naval de Madrid, el Museo del Ejército de Madrid y el de Toledo. En marzo de 2017 el pintor catalán fue investido académico de la Real Academia de Santa Isabel de Hungría, en cuyo discurso de ingreso titulado “Arte y compromiso con la Historia” subrayaba su amor por la pintura y por España, defendiendo el sentido didáctico que adquiere su pintura de contribuir a la recuperación de la conciencia nacional.

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El pintor de batallas

La batalla se convierte de esta manera en un escenario vital donde resaltar emociones, vivencias, relaciones humanas, misterios, muertes, sacrificios, vitalidad, luchas frenéticas, movimientos de miradas, ritmos tumultuosos de cuerpos que se entrechocan. El revivals histórico es un pretexto, es un punto de partida, diluida en historias personales, en experiencias póstumas de soldados que marchan a la muerte sin ningún tipo de esperanza para sobrevivir. De esta manera la mirada del artista va más allá de una simple recreación de una hazaña bélica de exaltación nacionalista, como podemos admirar en los cuadros de historia de la pintura decimonónica, ya que se palpa no solamente el alma de la grandeza de los protagonistas de una batalla, sin duda los soldados, sino que al mismo tiempo resalta la crudeza de la muerte, la violencia, la desgracia de las pérdidas humanas, que lo convierten en un verdadero cronista. Admirar las composiciones bélicas de Ferrer-Dalmau es recrear la propia historia de España, exaltar gestas del ejército español probablemente olvidado por el gran público, por lo que el pintor desempolva del olvido memorístico con un rigor excepcional propio de su formación erudita en historia militar. En palabras del propio autor “Y mi función social es contribuir a la recuperación de la conciencia española, de nuestro Historia Militar y de nuestro lugar en el mundo. Esa es mi batalla. Esta es la batalla que quiero pintar y debo pintar”

El caballo es una constante en la pintura de Dalmau, recogiendo a su vez la tradición española del retrato equino que hunde sus raíces primordiales en los retratos cortesanos de la pintura española del siglo XVII. Caballos en movimiento, protagonistas de batallas, expresivos de emociones, más allá de meros soportes de carga del jinete.

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La Degollá, una recreación de un episodio napoleónico

La magnífica composición presentada en Sevilla con el título de La Degolla recrea el episodio histórico ocurrido en Miajadas, una pequeña localidad extremeña, en el que las tropas napoleónicas, durante la Guerra de la Independencia Española, fueron derrotadas el 21 de marzo de 1809 gracias a la labor del capitán Henestrosa, y la fiereza  y bravura de los Dragones de Almansa, perseguido por los soldados franceses del X de cazadores, termina enfrentándose a ellos y los consigue derrotar.

 La obra de Ferrer-Dalmau como recurso educativo

El aprendizaje de la historia en la sociedad actual se convierte en un proceso arduo, marcado por una desvalorización de su valor educativo primordial. La creación de recursos educativos destinados a los actuales estudiantes de los distintos ciclos educativos, y a los propios profesores, se convierte en uno de los objetivos primordiales de la Didáctica de las Ciencias Sociales. De esta manera la pintura de Ferrer-Dalmau es un recurso excepcional para el aprendizaje de la historia. La contemplación de su obra no lo deja indiferente, en una sociedad basada en la imagen en movimiento, ya que el ritmo narrativo de sus obras, la propia escenografía, el carácter descriptivo de los personajes, la fuerza expresiva de sus composiciones o el rico colorido, ayuda a la compresión del hecho histórico que aparece representado. La composición de la muestra titulada se convierte de este modo en un punto de referencia para acercar un episodio histórico español a los alumnos.

Los profesores del Cardenal Spínola CEU, Fernando Gabardón de la Banda y Mª del Carmen Sánchez, han realizado una Unidad Didáctica sobre esta obra de Ferrer-Dalmau “La Degollá”. Los alumnos del Colegio CEU San Pablo Sevilla visitarán la exposición y utilizarán esta Unidad Didáctica para profundizar en la obra de este pintor de batallas.