Trigésimo cuarto día de Cuaresma

19cuaresmaAutor: Antonio Cabral Fernández

[Los fariseos] tenían dentro del corazón la corrupción de la rigidez. Se creían puros porque observaban «la letra de la ley» y porque decían: «La ley dice esto y se debe hacer esto». Pero no eran santos, eran corruptos, porque una rigidez de este género solamente puede ir adelante en una doble vida y estos que condenaban a estas mujeres, después iban a buscarlas de manera desconocida, para divertirse un poco. Los rígidos son, uso el adjetivo que Jesús les daba a ellos, hipócritas.  Tienen una doble vida. Con la rigidez no se puede ni siquiera respirar…El «tampoco yo te condeno» es una de las palabras más hermosas, porque están llenas de misericordia (S.M. 23-3-2015)

Papa Francisco

(El Evangelio de 2017 con el Papa Francisco, José A. Martínez Puche, ed. EDIBESA)