Décimo día de Cuaresma

Imagen6-882x1024Autor: Luis Romero Ruiz

Perdonar no es una cosa fácil, es siempre muy difícil. ¿Cómo podemos imitar a Jesús? ¿Por dónde comenzar para disculpar las pequeñas o grandes ofensas que sufrimos día a día? Se comienza por el propio corazón: podemos afrontar con la oración el resentimiento que experimentamos, encomendando a quien nos ha hecho el mal a la misericordia de Dios: «Señor, te pido por él, te pido por ella». Después se descubre que esta lucha interior para perdonar purifica del mal y que la oración y el amor nos liberan de las cadenas interiores del rencor. ¡Es tan feo vivir en el rencor! Cada día tenemos la ocasión de entrenarnos para perdonar, para vivir este gesto tan alto que acerca el hombre a Dios. Como nuestro Padre celestial, también nosotros nos convertimos en misericordiosos, porque a través del perdón vencemos el mal con el bien, transformamos el odio en amor y así hacemos que el mundo sea más limpio (26-12-2015)

Papa Francisco

(El Evangelio de 2017 con el Papa Francisco, José A. Martínez Puche, ed. EDIBESA)